Por: Christian Paredes González
Un prompt es una instrucción o sugerencia que se le da a un modelo de inteligencia artificial diseñada para procesar y generar una respuesta o realizar una tarea específica. Es una forma de guiar la salida del modelo según lo que el usuario desea obtener.
La Opinión 512 emitida por la American Bar Association (ABA) ha encendido las alarmas en la comunidad jurídica internacional respecto al uso de herramientas de inteligencia artificial generativa (GAI) en la práctica del Derecho.
Este documento es una clara advertencia de las implicaciones éticas que conlleva el uso de tecnologías avanzada que, si bien prometen optimizar y facilitar el trabajo legal, también presentan riesgos significativos que no pueden ser ignorados.
Confrontemos el contenido del documento de la ABA con la realidad del derecho positivo mexicano y analicemos la pertinencia de replicar estos lineamientos en el contexto local.
La Opinión de la ABA: Entre la Innovación y la Precaución
La ABA, en su Opinión Formal 512, hace un llamado contundente a los abogados que utilizan herramientas GAI para que no pierdan de vista sus obligaciones éticas fundamentales: competencia, confidencialidad, comunicación con el cliente, sinceridad ante los tribunales y clientes, supervisión de colaboradores, y cobro de honorarios razonables. Destaca que las herramientas GAI no deben ser vistas como una solución definitiva que exima al abogado de su deber de ejercer juicio profesional y verificación independiente.
Uno de los aspectos más resaltables es la advertencia sobre los riesgos inherentes a la GAI, como la posible generación de resultados inexactos o sesgados, y la capacidad limitada de estas herramientas para comprender el contexto o el significado real de la información que producen. La ABA insiste en que los abogados no deben abdicar de su responsabilidad, confiando ciegamente en la tecnología, sino que deben utilizarla como un apoyo, asegurándose de revisar y validar cualquier resultado generado por estas herramientas antes de integrarlo en su trabajo profesional.
Realidad Mexicana: Entre el Desafío Tecnológico y el Marco Normativo
El derecho positivo mexicano, a diferencia del estadounidense, no cuenta con un marco regulatorio específico que aborde de manera directa el uso de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial en la práctica del derecho. Empero, en México, existen leyes que imponen a los abogados la obligación de proteger los datos personales y la información confidencial de sus clientes, así como el secreto profesional. Estas obligaciones, en línea con la recomendación de la ABA, exige que cualquier tecnología utilizada en el manejo de información sensible cumpla con estándares estrictos de seguridad. A pesar de ello, la falta de un código de ética uniforme y actualizado que contemple el uso de tecnologías emergentes en la práctica jurídica deja un vacío que debe ser atendido con urgencia.
Es crucial que los abogados mantengan una postura crítica y reflexiva, evitando el uso indiscriminado de la tecnología y asegurándose de que su aplicación esté siempre alineada con los más altos estándares éticos, es por esto que en México, la integración de estas directrices en los códigos de ética de los colegios de abogados y la adopción de mejores prácticas por parte de los profesionales del derecho es un paso necesario para garantizar que la tecnología se utilice de manera correcta y efectiva.
La implementación de estas recomendaciones no solo protegerá a los clientes y garantizará la calidad del trabajo legal, sino que también preservará la integridad de la profesión en una era donde la tentación de delegar responsabilidades humanas a las máquinas es cada vez mayor.
Al final del día, el verdadero desafío no es arrojar el primer prompt, sino saber cuándo y cómo hacerlo sin perder de vista los principios que guían la noble profesión del derecho.
Coordinador de la Comisión de tecnologías de la información y derechos digitales