Es cierto que celebrar en el estadio Akron la pelea por la etiqueta de campeón indiscutible de los supermedianos entre Saúl Álvarez y John Ryder dejará una importante ganancia económica al Guadalajara, pero hay algo que inquieta a la directiva de las Chivas: el estado en el que quedará la cancha.
El combate se llevará a cabo el sábado 6 de mayo, fin de semana en el que se jugará el repechaje de la Liga MX. Ya está decidido que, si es anfitrión de uno de esos duelos, el Rebaño se irá al estadio Jalisco.
El problema estriba en qué pasará si avanza y debe jugar cuartos de final tres días después.
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