Cuando el técnico argentino Fernando Ortiz cambió abruptamente a las Águilas del América por los Rayados del Monterrey, pensó que viviría con más calma, que tendría menos presión, que habría tiempo para trabajar, y se equivocó totalmente.
Lee también Alemania, un viejo conocido para la Selección Mexicana
No hay semana que el Tano no esté en entredicho por no tener a los Rayados en los primeros lugares, por acumular jugadores lesionados y lo peor, por no poder ganarle a su archirrival, los Tigres y este último Clásico regio que perdió, aunque fuera amistoso, dolió demasiado, y hay quienes dicen que para seguir en el puesto sólo una cosa lo salvaría: el título.