Covid-19 ha puesto de manifiesto las carencias de los sistemas de pensiones de América Latina y el Caribe. La llegada de la pandemia no sólo supuso una crisis sanitaria y económica sin precedentes: también causó un descalabro laboral de gran magnitud, que afectó especialmente a los más vulnerables. Sólo en México, más de 12 millones de personas llegaron a perder su empleo en el peor momento de la pandemia.

Por Mariano Bosch

En las economías más avanzadas, el rol de los sistemas de seguridad social ha sido crucial para contener el golpe de la crisis sanitaria. En América Latina y el Caribe; sin embargo, el coronavirus puso sobre la mesa el enorme problema social que conlleva una cobertura limitada de los sistemas previsionales.

Ante las dificultades que atraviesan los sistemas de aseguramiento en la región, el ahorro voluntario para el retiro será imprescindible para que millones de personas puedan asegurarse una vida digna en la vejez. En la actualidad, menos de la mitad de los trabajadores ahorran. Esto, en una región que envejece a ritmo acelerado, representará un problema social de primer orden si no se encuentran fórmulas para fomentar y facilitar el ahorro previsional.

Desde hace más de cinco años, en el Laboratorio de Ahorro para el Retiro del Banco Interamericano de Desarrollo hemos trabajado en la búsqueda de nuevas soluciones para facilitar el ahorro para la vejez de los trabajadores. Estas intervenciones, basadas en las nuevas tecnologías y en las ciencias del comportamiento, han contribuido a pavimentar el camino a las autoridades a la hora de facilitar este ahorro. Los aprendizajes de las iniciativas, que se llevaron a cabo en Chile, Colombia, México y Perú, se pueden conocer en la publicación Ahorro sin barreras: lecciones de las intervenciones del Laboratorio de Ahorro para el Retiro.

El sistema de pensiones mexicano es una referencia en el uso de nuevas tecnologías para facilitar el ahorro previsional, gracias al trabajo de autoridades y administradores. El sistema de pensiones mexicano es el único en el que se pueden realizar aportaciones al hacer algo tan sencillo como comprar un refresco en el súper. Otro ejemplo es la aplicación AforeMóvil, única en nuestra región, que permite llevar el control de la cuenta individual desde un teléfono inteligente y motivar el ahorro voluntario. Estos avances coinciden plenamente con la Visión 2025 del BID, en el que proponemos que la economía digital facilite el acceso a más latinoamericanos, creando capacidad para adoptar tecnologías digitales y fomentar la innovación.

México es un ejemplo de un liderazgo decidido para conseguir un ahorro sin barreras. Las recientes reformas al sistema de pensiones fortalecerán elementos clave para que más mexicanos obtengan una mejor pensión al momento de su retiro, aunque el ahorro voluntario seguirá siendo un pilar indispensable para complementar estas pensiones. Para lograrlo será necesario seguir explorando alternativas para que más trabajadores utilicen su cuenta individual y logren ahorrar. El éxito del Laboratorio de Ahorro para el Retiro consiste en haber demostrado el valor de la tolerancia al riesgo, porque fue posible extraer lecciones incluso de las intervenciones que no obtuvieron los resultados esperados. En un mundo cada vez más cambiante, ese espíritu constituye una ventaja y, por eso, merece la pena saber qué funciona en el ahorro previsional y seguir avanzando.

Asesor económico principal del Sector Social, Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

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