Mientras en la Secretaría de Salud el doctor Hugo López-Gatell ponía todas las trabas que podía a la compra de vacunas, la doctora Miriam Esther Veras Godoy, titular del Programa de Vacunación Universal, era una aliada de aquellas entidades de gobierno, como la Secretaría de Relaciones Exteriores, que buscaban cerrar de manera urgente los acuerdos con diversos laboratorios para traer el antígeno al México. Luego, nos relatan, vino el manotazo del presidente Andrés Manuel López Obrador, y López-Gatell perdió la partida y tuvo que aceptar la llegada de la vacuna. Ahora, a pocos días de que empezó la inmunización en el país, la experimentada doctora deja el cargo, al parecer por diferencias con la manera en la que se está llevando a cabo el plan de vacunación. Algunos funcionarios del gobierno federal que trabajaron de cerca con doña Miriam, consideran que la fueron acorralando hasta dejarla sin salida y se preguntan si su salida se debe a que le cobraron la factura por sus posturas.
El nuevo presidente de banqueros y el amor con la 4T
El arribo del nuevo presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Daniel Becker Feldman, cuyo mandato inicia el próximo mes de marzo, ha generado cierta expectativa en el mundo de las finanzas. Nos comentan que ante los rumores de que uno de los encargos que tiene el también presidente de Banco Mifel es el de ayudar al presidente Andrés Manuel López Obrador a transitar con los banqueros la reforma al Banxico, surge también la duda si Mifel pagará los casi 16 millones de pesos que adeuda por multas pendientes que, nos comentan, le han sido impuestas por demorar o no acatar el congelamiento de cuentas y a cambio, cobrar comisión a los cuentahabientes tras liberar los recursos. Hay que recordar que en la autollamada Cuarta Transformación una de las máximas es que amor, con amor se paga.
Para la 4T no todos son iguales en el INE
Parece que el diputado morenista Sergio Gutiérrez Luna sólo escucha lo que quiere. El representante de Morena ante el INE acusó al consejero presidente, Lorenzo Córdova, y al consejero Ciro Murayama, de no ser imparciales, afectar el debido proceso (el que se deriva de la queja del PRD por los dichos de AMLO en las Mañaneras) y generar un “efecto corruptor”, por dar a conocer en entrevistas periodísticas el sentido del acuerdo que finalmente se aprobó en el Consejo General con nueve votos a favor y dos en contra y que obliga a los funcionarios públicos, incluido, el Presidente de la República, a no hacer pronunciamientos electorales de ningún tipo. Lo extraño, nos dicen, es que don Sergio sólo haya arremetido contra Córdova y Murayama, cuando al menos tres consejeros electorales más, Claudia Zavala, José Roberto Ruiz Saldaña y Uuc-kib Espadas, ejerciendo su libertad de expresión, también dieron entrevistas previas con el mismo tema. El morenista, y miembro de la autollamada Cuarta Transformación, nos hacen ver, mide con raseros diferentes a las y los consejeros electorales.
El reglamento presidencial que AMLO no cumple
Nos recuerdan que hace unos días, Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud, presentó un reglamento ante la pandemia del Covid-19 para las reuniones donde esté el presidente Andrés Manuel López Obrador. Nos aseguran que este ordenamiento llamado “Prevención y Control de Covid-19 Protocolo de Reuniones Presidenciales” contiene 15 puntos que delinean las reglas que funcionarios e invitados deberán tener en reuniones o eventos con el mandatario. Entre estas medidas, nos dicen, está el uso adecuado de cubrebocas, ya sean lavables o desechables. Sin embargo, nos hacen ver que el único que no sigue estás medidas, es el presidente López Obrador puesto que, hasta el día de hoy, las únicas veces en que ha sido visto portándolo, es dentro de un avión. ¿Será que aún se sigue pensando que la fuerza del Presidente “es moral y no es una fuerza de contagio”, como diría el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell hace ya casi un año?