El panista Ricardo Anaya Cortés , quien fue candidato presidencial del PAN y de la coalición Por México al Frente, que pactó con el PRD y MC, en 2018, dio la sorpresa ayer. Lo sorprendente, nos hacen ver, no es su intención de buscar suceder dentro de cuatro años al presidente Andrés Manuel López Obrador, pues eso ya estaba muy cantado. Lo que llamó la atención es que no aceptará ser diputado federal por la vía plurinominal en la próxima legislatura, como se lo ofreció su partido, para desde ahí brincar, como lo hizo la vez pasada, a la candidatura presidencial. Así que ahora, don Ricardo, de plano, ya se destapó con cuatro años de anticipación, y al estilo López Obrador anunció que se dedicará a recorrer el país para “de veras sentir y vivir los problemas como propios y encontrarles soluciones juntos”. Nos dicen que, sin duda, esa ruta de recorrer el país municipio por municipio para llegar a la Presidencia ha demostrado que da resultados. El único detalle es que ir por esa ruta le llevó a López Obrador 12 años y tres intentos para llegar a Palacio Nacional. La buena noticia es que Anaya es joven.

Regresan las renuncias “por motivos de salud”

No hay razón para dudar de lo dicho por la doctora Miriam Esther Veras Godoy , exresponsable del Programa de Vacunación Universal, quien afirmó que su sorpresiva renuncia al cargo está motivada por razones de salud, y no por diferencias en la aplicación de plan de vacunación contra Covid-19. Sin embargo, dentro del gobierno federal hay quienes se resisten a creer los motivos de doña Miriam. Nos dicen que desde el pasado viernes la doctora Veras se comunicó con miembros del gobierno federal, con los que trabajó arduamente para lograr traer a México las vacunas, y les dio a conocer su decisión de renunciar, pero, aseguran, nunca habló de que se tratara de un tema de salud. Nos dicen que es posible que esa versión la proteja de sufrir las descalificaciones que han tenido algunos otros altos funcionarios del gobierno cuando han renunciado por diferencias con las políticas de la autollamada Cuarta Transformación. Al final del día, el hecho es que parecen estar regresando aquellos tiempos en que todos los funcionarios renunciaban “por motivos de salud”.

La 4T tierra de oportunidades

De la autollamada Cuarta Transformación se podrán decir muchas cosas, pero nunca que no sea una fuente de oportunidades de crecimiento profesional. Para muestra el caso de Paloma Rachel Aguilar Correa. Doña Paloma fue escolta del presidente Andrés Manuel López Obrador y luego fue nombrada por su capacidad y talento como administradora general de Recursos y Servicios en el Servicio de Administración Tributaria SAT. Ahora la exfuncionaria federal se registró como candidata al gobierno de San Luis Potosí. Así que, en poco tiempo, Aguilar Correa podría ligar una ascendente carrera desde la ayudantía del Presidente a gobernadora. Nos recuerdan que antes de que se siente en la silla del palacio de gobierno potosino deberá de quedar completamente esclarecida la investigación que el propio presidente López Obrador ordenó a la Secretaría de la Función Pública hacer para esclarecer las acusaciones contra doña Paloma por presuntos actos de nepotismo, pues se le señaló de haber llevado a trabajar al SAT a varios de sus familiares, y hasta su novio.

La Iniciativa Mérida está muerta

La semana pasada EL UNIVERSAL dio a conocer que además de fijar nuevas reglas para la presencia de agentes extranjeros en el país, México buscaría dejar de lado la Iniciativa Mérida que fue acordada con Estados Unidos en el sexenio de Felipe Calderón como el máximo instrumento de cooperación en el combate al narcotráfico y la delincuencia organizada. Nos hace ver que, si alguien tenía dudas al respecto, solo debió escuchar ayer al presidente Andrés Manuel López Obrador quien dijo que lo que México busca no es que le regalen equipos o tecnología, sino que Estados Unidos detenga el tráfico de armas hacía México. “Nosotros planteamos algo profundo y serio. No es que sigamos con el Plan Mérida de que nos mandan equipos, nos mandan helicópteros artillados, como era antes. No. Queremos control en Estados Unidos de la venta de las armas”, dijo. La Iniciativa Mérida está muerta, aseguran.

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