Nos hacen ver que en la dirigencia de Morena no tienen prisa por definir las reglas específicas de la encuesta que definirá a su candidato presidencial, o como dicen ellos, al coordinador o coordinadora de defensa de la autollamada Cuarta Transformación. Nos cuentan que, de nueva cuenta, es Marcelo Ebrard el que está presionando para que se haga pública la metodología del ejercicio de medición, a fin de garantizar transparencia en el proceso y conocer aspectos importantes como las preguntas y el tamaño de la muestra. Además, hace falta establecer cómo se escogerá a las empresas que harán los llamados ejercicios espejo, que saldrán de las propuestas entregadas por cada una de las corcholatas. Mientras hablan de unidad todos los días, entre telones está presente la falta de confianza. Lo que está claro es que cualquier decisión sobre el método para escoger a la corcholata ganadora tiene que llevar el visto bueno de Palacio Nacional. Por eso, nos comentan, el líder nacional Mario Delgado, se da su tiempo para evitar cualquier malentendido con las corcholatas, la militancia y ya saben quién.
El rector Graue no estuvo en Palacio Nacional
Ayer en este espacio le dijimos que el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue Wiechers, realizó una visita el pasado martes a Palacio Nacional. Funcionarios de la UNAM nos aseguran que el doctor Graue nunca estuvo en ese lugar. Hubo un error en el origen y confirmación de esa versión, por la que ofrecemos una disculpa. Las autoridades académicas de la UNAM han denunciado la existencia de una campaña de “infundios y calumnias” emprendidas por medios de comunicación de dudosa ética con la intención de afectar el prestigio de la universidad y la honorabilidad del rector. Desde luego que esta casa editorial no forma parte de ninguna campaña, y con gran orgullo reconoce la existencia de vínculos históricos de colaboración y cercanía con la máxima casa de estudios, institución fundamental de México y su respeto por el rector.
La familia muégano de Delfina y Duarte
Nos cuentan que ayer, a su salida de Palacio Nacional, la próxima gobernadora mexiquense, Delfina Gómez, dijo que su equipo es como una “familia muégano”, en la que incluyó a Horacio Duarte, quien le coordinó su exitosa campaña electoral. Pero doña Delfina se sorprendió cuando los reporteros le preguntaron por la visita de don Horacio al presidente Andrés Manuel López Obrador una hora antes, dijo que no sabía nada. Mientras algunos futuristas ponen al exdirector de Aduanas como seguro en el futuro gabinete mexiquense otros afirman que regresará al equipo del gobierno federal tras la victoria en la “Batalla maestra”. ¿Será que ambos fueron discretos para revelar sus planes conjuntos, o que el caramelo del muégano ya no pega tan fuerte?
Sánchez Cordero entiende lo que enfrenta Alcalde
Tras el nombramiento de Luisa María Alcalde como secretaria de Gobernación, la exministra Olga Sánchez Cordero, que ocupó esa cartera el primer tramo del gobierno del presidente López Obrador, salió a mostrar su respaldo a la joven funcionaria y consideró que las críticas que ha recibido, sobre todo en las exbenditas redes sociales, se deben a la misoginia que aún impera en el país. Nos cuentan que doña Olga recordó que ella padeció ataques similares y por eso la tachaban de “florero”, pero se mostró convencida que doña Luisa María hará un buen trabajo en su nueva encomienda. Aunque no faltó quien recordó que el apodo de “florero” surgió de los propios dichos del mandatario para referirse a funcionarios que en gobiernos anteriores sólo estaban de adorno. El hecho es que dos mujeres en este sexenio han ocupado la que se considera la Secretaría más importante del gabinete y eso ni quien lo pueda discutir.