Ayer fue un día que por meses estuvo esperando el presidente Andrés Manuel López Obrador. Después de haber urgido a que el exdirector de Pemex Emilio Lozoya comenzara a cantar, ayer don Emilio empezó por acusar ante la Fiscalía General de la República (FGR) al expresidente Enrique Peña Nieto de actos de corrupción. Ahora la fiscalía deberá investigar y determinar si son o no ciertas las acusaciones. Si son ciertas, la FGR está obligada a actuar contra el expresidente sin necesidad de una consulta pública. Pero para cuando se conoció la acusación a Peña, el presidente ya había dejado a otro expresidente en una postura muy incómoda. Dijo que si el expresidente Felipe Calderón sabía de los tratos que su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, tenía con el narcotráfico es responsable de un delito; y que si no lo sabía, fue un ingenuo. De este modo, hoy que las cifras de muertes por la pandemia tienen vapuleado al gobierno, al presidente le vienen como anillo al dedo los casos de Peña y Calderón. En el momento político más oportuno, tiene a dos expresidentes contra las cuerdas.
Los “fantoches” del gabinete
Si usted es un funcionario de la 4T y empieza a cambiar de estilo de vida, de casa, además posee departamento en Miami o Nueva York, usa carro de lujo con chofer, ropa de diseñador y reloj caro, cuidado, porque ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a los ciudadanos que si ubican a un servidor público al que vean “muy fantoche, tirando aceite” le ayuden a señalarlos. Demandó que adviertan de aquellos secretarios o secretarias que anden, dijo, “en malos pasos”. Vaya que le pueden llover denuncias a la Secretaría de la Función Pública, que dirige Irma Eréndira Sandoval, pues son varios en el gabinete que tiran tanto aceite que se resbalan y se resbalan, pero nada más no se caen.
Las candidatas de AMLO
El presidente tiene sus datos, y también sus candidatos, en este caso candidatas. Ayer quedó de manifiesto que desdeñó a los candidatos que la Asamblea Consultiva del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) había propuesto para encabezar esa dependencia. Desde el 22 de junio, tres días después de que Mónica Maccise renunció al Conapred, la Asamblea Consultiva dio a conocer una lista de seis mujeres indígenas que consideró aptas para tomar las riendas de la institución. Sin embargo, ninguna apareció en la terna que dio a conocer ayer el mandatario, que desde luego, tiene la prerrogativa de nominar a quien él crea idónea para encabezar el órgano encargado de prevenir la discriminación en el país.
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