El presidente Andrés Manuel López Obrador no solo utiliza recursos públicos para investigar a quienes considera sus adversarios o críticos, sino que además, al parecer, le entregan información incompleta, le ocultan otros datos. Ayer por la mañana el Presidente reconoció que encargó a un funcionario de la Presidencia de la República hacer una revisión del trabajo de José Ramón Cossío , ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a quien dejó caer todo el peso de la crítica y lo acusó de formar parte de un “buró jurídico para oponerse a las obras y acciones políticas” de su gobierno. “Pero lo que se conoce menos es lo del exministro Cossío, entonces por eso quise que se hiciera una revisión. Le pedí a un integrante de Presidencia, a un servidor público de la Presidencia, que me hiciera una revisión sobre la participación del ministro Cossío cuando estuvo en funciones”, dijo el Presidente tras señalar a don José Ramón como parte de un grupo de actores afines al antiguo régimen que están en contra de su proyecto. “Legalizó injusticias de grupos minoritarios o guardó silencio ante corruptelas y arbitrariedades”, dijo el mandatario. Sin embargo, el servidor público que elaboró el estudio para el Presidente no reportó que Cossío fue el único de los 11 ministros que votó a favor de la consulta popular en materia de energía eléctrica, votó en contra del desafuero de AMLO y que en esta administración colaboró con el gobierno de la autollamada Cuarta Transformación en la elaboración del Plan Nacional de Derechos Humanos. ¿Le escondieron esos otros datos al Presidente?
Opacidad sistemática en Palacio Nacional
En este espacio se ha documentado que la Oficina de Presidencia de la República se ha convertido en una experta en batear decenas de solicitudes de información pública con el gastado machote de que “tras una exhaustiva y razonable búsqueda no se encontró la información solicitada”. A esta muy larga lista se suma la reciente negativa a detallar los motivos que tuvo la dependencia federal para contratar a inicios de este año una empresa por outsourcing para limpiar Palacio Nacional, pues aseguró que además no se “localizó evidencia documental” sobre el tema. ¿Pues acaso no presumen que este es el gobierno con mayor transparencia en la historia? Nos hacen ver que no solo el Presidente tiene un buen récord de bateo, sino que algunos de sus colaboradores también batean por arriba de 300, al menos en el caso de las solicitudes de información pública.
AMLO y los dos presidenciables
La vieja frase “En política la forma es fondo”, atribuida a Jesús Reyes Heroles , uno de los mayores ideólogos del PRI, se recordó anoche que se difundió la fotografía de una reunión de trabajo en Palacio Nacional. En la imagen aparecen al lado del presidente Andrés Manuel López Obrador la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum , y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard . Pese a que se trata de una “reunión de salud, dedicada al Plan Nacional de Vacunación”, no es el secretario de Salud, ni el llamado zar de la estrategia contra pandemia, quienes ocupan los lugares de mayor cercanía al mandatario. La semana pasada el Presidente dijo que ya había un relevo que lo podría suceder en el cargo al fin de su mandato . ¿Será que el Presidente está mandando mensajes sobre a quiénes se refería como sus posibles relevos?
Los reversazos de Monreal
Una vez más lo volvió a hacer el senador Ricardo Monreal . Luego del sustazo que les metió a las calificadoras internacionales al adelantar, mediante comunicado de prensa y todo, que era necesario regularlas por abusivas, neoliberales y gachas, resulta que solo se trataba de una reflexión. Después de ver el revuelo que se armó, don Ricardo reculó diciendo que no era para tanto, que estaban exagerando por sensibles e inquietos. A la lista de reversas, en la que están la de regular las comisiones a bancos, la de la reforma a la Ley del Banco de México y la de regular a las redes sociales, debe sumar esta de regular a las calificadoras.