Después de adelantar su voto a favor de la reforma eléctrica, y de que sus compañeros le llamaran traidor, el diputado federal Carlos Miguel Aysa, tiene las puertas de Morena abiertas, nos comentan legisladores del partido oficial. Una vez que don Carlos emita su voto a favor de la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, estará a un paso de ser expulsado del PRI. Lo importante, nos dicen, es ver si Aysa se espera y soporta la presión de un proceso de expulsión, o él mismo renuncia al PRI. En Morena, nos aseguran, están listos para pagar con amor el amor del priista Aysa.
Sacarán del congelador ratificación de Aysa como embajador
En el Senado aseguran que una vez que el diputado Carlos Miguel Aysa vote a favor de la reforma eléctrica del Presidente, el proceso de ratificación de su padre, Carlos Aysa González, como embajador de México en República Dominicana, saldrá del congelador en el que se encontraba. Sin embargo, nos hacen ver, será muy complicado que reciba el apoyo de la oposición, no solo del PRI, sino de senadores de algunos otros partidos. La bancada de Morena tendrá que sudar para que Aysa sea ratificado.
Piden que haya un ¿Quién es quién en los votos de la Corte?
Nos hacen ver que la solicitud realizada por el senador Emilio Álvarez Icaza a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de aclarar los votos de los ministros en la discusión de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), es la primera que recibe el máximo tribunal en su historia. Sin embargo, nos dicen, esto no significa necesariamente que la Corte hará alguna aclaración y nos recuerdan que en la sesión el ministro presidente Arturo Zaldívar pidió a los ministros Juan Luis González Alcántara Carrancá y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena aclarar en ese momento el sentido de sus votos. Ahora sólo queda esperar a que Zaldívar regrese de su viaje a Chicago, Estados Unidos, para ver si decide emitir alguna postura al respecto..
Odiosas comparaciones con los años 70
Senadores de oposición aseguran que las descalificaciones del presidente López Obrador al Comité contra Desapariciones Forzadas de la ONU no son inéditas. El expresidente priista Luis Echeverría (1970-1976) rechazaba toda crítica y acusaba intervenciones extranjeras para desestabilizar a su gobierno. El expresidente, también priista, José López Portillo (1976-1982) siguió la costumbre y desautorizó a Amnistía Internacional. Las comparaciones son odiosas, pero no dejan de ser curiosas.