Aunque en las conferencias de prensa diarias el subsecretario de Salud, y vocero del gobierno para la pandemia de Covid-19, Hugo López-Gatell, se jacta de que este gobierno no ha sido autoritario, que ha procurado los consensos, y nunca ha buscado imponer nada a los estados, en el mundo real, nos dicen, hay un buen número de gobernadores a los que les genera molestia las “formas y moditos” del funcionario federal y su equipo jurídico. Nos dicen que en la reunión de ayer con la Conago López-Gatell y Maricela Lecuona González, abogada General de la Secretaría de Salud, amenazaron a los gobernadores que si no cumplen con el semáforo federal tendrán responsabilidades administrativas y hasta penales. Nos aseguran que lo dicho por don Hugo se acerca más al garrote que al consenso.
¿Es real el golpe a la industria farmacéutica?
En el gobierno federal aseguran que antes de victimizarse, las farmacéuticas mexicanas que aseguran que la nueva ley de adquisiciones es un golpe para la industria nacional, deberían de leer bien la norma, pues este sector no está excluido de participar en las licitaciones para la compra de medicamentos, equipos y servicios. La nueva ley, aseguran, los incluye e incluso les da la garantía de que pueden obtener contratos sin tener que dar moches, sino simplemente compitiendo con calidad y precios justos. La participación de las Naciones Unidas y la Organización Panamericana de la Salud en estos procesos, explican, debe ser vista como una ventaja que evitará que sean extorsionados para recibir contratos, pero que también impedirá que vendan a precios fuera de los estándares internacionales. Hoy mismo, nos dicen, comenzará la participación de los organismos internacionales en la supervisión de compras.
No es experto, pero es amigo
Inexplicable, así consideran algunos politécnicos, el hecho de que el director general del Instituto Politécnico Nacional, Mario Alberto Rodriguez Casas, teniendo a la Escuela Superior de Cómputo, el Centro de Investigación en Cómputo y el Centro Nacional de Cálculo, haya puesto al frente del desarrollo del nuevo Portal Integral de Administración Escolar PIDAE a José Luis Carrillo García un hombre cuyo currículum no refleja la mínima experiencia en el desarrollo de algún sistema de cómputo. Nos dicen que según su declaración de modificación patrimonial que presentó en 2018, don Raúl reportó que su grado máximo de estudios es octavo semestre de la licenciatura como Químico Bacteriólogo y Parasitólogo. Señalan que a cambio de la falta de estudios o experiencia en la materia, lo que a don José Luis le sobra es cercanía e incondicionalidad con el director Rodríguez Casas. Expertos puede haber muchos, pero amigos, esos se cuentan con los dedos de una mano.
El bendito chasquido presidencial
La mayoría morenista en el Senado marcó su impronta, nos dicen, en el debate del miércoles sobre la reforma que permite la compra de medicamentos en el extranjero. El presidente de la Comisión de Educación, el morenista Rubén Rocha Moya defendía la viabilidad del proyecto de cambios a la Ley de Adquisiciones, y para justificar la armonía entre “el fraterno reclamo” del Presidente y la velocidad con la que Morena reacciona al yugo, el legislador se refirió al modo como un “bendito chasquido”. Con una gran convicción contestó al senador Dante Delgado Rannauro, que lamentó que Morena sea tan raudo a un chasquido del Presidente. Y don Rubén se dio vuelo: “Bendito chasquido, respetado senador. El chasquido del Presidente es porque quiere garantizar el derecho a la salud de los mexicanos”. El senador, nos hacen ver, besa la mano del que le chasquea los dedos.