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Nos comentan que en la cúpula del gobierno federal resumen de manera sencilla que como oposición el PRI “se ha portado muy bien”, que la mesura priista se da dado primero desde que Andrés Manuel López Obrador ganó la elección presidencial de 2018 y luego la buena relación se ha mantenido durante su Presidencia. De hecho, nos ponen por ejemplo, que el presidente del tricolor, el campechano Alejandro Moreno, ha asegurado que el expartidazo será una oposición responsable. Ayer lo hizo ante representantes diplomáticos de 50 naciones que recibió en la sede priista En el encuentro, Moreno Cárdenas, también presidente de la Copppal, fue claro en señalar que el PRI no está para entorpecer al gobierno de la República, sino para proponer y construir. Añadió que aunque el tricolor señalará los errores del gobierno cuando no dé resultados, también sabrá reconocer cuando hay propuestas buenas, de vanguardia, que pueden generar paz, armonía y tranquilidad. Para algunos, lo que hoy se vive es una luna de miel entre el PRI y el gobierno de la 4T.
Morena, la tormenta perfecta
La bronca que se desató entre las líderes de Morena, Yeidckol Polevnsky y Bertha Luján, que pelean por la dirigencia nacional, agudizó, aún más, el conflicto en el que el partido en el gobierno está sumido. Polevnsky ha asegurado desde hace semanas que nomás pidió en diciembre que se descontaran a Morena 75% de los recursos y arreció la lucha para quitarla del cargo porque sus adversarios están “detrás del dinero”. Pero ayer Luján no sólo reviró que 40 años de trayectoria la respaldan, y que el dinero no es su interés, y a su vez demandó a doña Yeidckol dar explicaciones de por qué, si el Congreso de Morena de diciembre de 2018 acordó renunciar al 50% del financiamiento de 2019, la cúpula morenista no renunció ni a un quinto. Y mientras ellas están en lo suyo, personajes relevantes de Morena advierten que si el conflicto por la dirigencia no se resuelve antes de abril, el partido no podrá realizar una correcta selección de candidaturas para enfrentar el año electoral 2021, donde no sólo se renovará el pleno de la Cámara de Diputados, sino 15 gubernaturas, 27 congresos locales y un sinnúmero de ayuntamientos, lo que podría ocasionar una tormenta electoral perfecta.
El espionaje a Medina Mora
Nos detallan que próximamente el gobierno de la autollamada 4T revelará información sobre el espionaje y seguimiento del que fue objeto en los gobiernos del PRI el exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Eduardo Medina Mora. En el Archivo General de la Nación, nos comentan, está en proceso de elaboración una versión pública del expediente que creó de él la Dirección Federal de Seguridad, antecesora del Cisen. Nos detallan que al día de hoy el expediente está enfocado en la actividad que tuvo el también exprocurador de la República a mediados de la década de los 80, cuando se desempeñó como coordinador de asesores del entonces secretario de Pesca, Pedro Ojeda Paullada. Algunos se preguntan si habrá que esperar otros 30 años para que se sepan las causas que hace un año le llevaron a presentar su renuncia como ministro del máximo tribunal del país y que a la fecha no han querido ser reveladas.
Videojuegos y la violencia: caso Cervantes
Desde hace algunos meses, nos cuentan, el gobierno ha estado en contacto con Entertainment Software Rating Board, ESRB, encargada de regular y clasificar los videojuegos en América del Norte, para recibir asesoría en el interés de adaptar los juegos a los lineamientos con los que ya está familiarizado el público mexicano. A propósito de la tragedia en el Colegio Cervantes, el titular de la Dirección de Radio, Televisión y Cinematografía, Rodolfo González Valderrama, dijo hace unos días que se reclasificarán más de dos millones de videojuegos “con algún tipo de leyenda, letra, color o anuncio”. Lo que se busca, nos dicen, es que se haga un mapeo de las clasificaciones de la ESRB, para que nuestro país tenga un sistema de equivalencias. Don Rodolfo considera que un videojuego violento no es determinante de una conducta violenta, pero puede llegar a ser un detonante si se suma con otros factores como el entorno social, familiar, acceso a armas de fuego y, ante todo, predisposición personal. ¡Enterados!