Nos cuentan que quien regresó con más pena que gloria al Senado fue el excandidato morenista al gobierno de Coahuila, Armando Guadiana, quien continuó con sus pataletas y echando culpas a todo mundo de su estrepitosa derrota, lo mismo al PRI que al exabanderado del PT, Ricardo Mejía Berdeja, a quien señaló como un traidor. Sin embargo, a pesar de la gran fortuna que ha amasado como empresario, pidió que se le pague la dieta retroactiva a partir del 12 de junio, pues la pataleta no está peleada con la dieta.
Sheinbaum, Ebrard y el box
Nos comentan que el próximo sábado en la clase masiva de box que habrá en la plancha del Zócalo capitalino, ya no estará Claudia Sheinbaum, pero nos cuentan que una funcionaria que sí estará metiendo gancho al hígado a las adicciones es doña Leticia Ramírez, la secretaria de Educación que está muy metida con la campaña contra las drogas. Doña Claudia ya estará librando otra pelea, y, nos hacen ver, que por la manera en la que le reclamó el domingo pasado al gobernador de Sonora el rompimiento de las reglas de no agresión por parte de simpatizantes de Marcelo Ebrard, quienes le gritaron a su llegada a la reunión del Consejo Nacional de Morena, habrá mejor box en los próximos meses entre las corcholatas presidenciales que el que se verá en el Zócalo.
El senador que anda muino
Nos cuentan que entre tantas caras sonrientes que se vieron el pasado martes en la encerrona de los senadores de Morena para elegir a su nuevo coordinador, había una cara larga. No nos referimos a la cara del vocero de la bancada, César Cravioto, quien quedó dentro de la Junta de Coordinación Política y estaba especialmente eufórico, sino a la del senador José Narro Céspedes. Nos dicen que don José estaba muino, pues tiene razones de sobra, ya que últimamente nada le ha salido bien. Quiso ser presidente del Senado y perdió con Alejandro Armenta; expresó su respaldo a Marcelo Ebrard, pero luego cambió y apoyó a Claudia Sheinbaum, y recientemente se ha inclinado hacia Adán Augusto López, y al parecer, ninguno de los tres lo toma en serio. Y, por si fuera poco, no le tocó ningún lugar dentro de la nueva integración de morenistas en la Junta de Coordinación Política, por lo que nos dicen, Narro no tiene muchos motivos para sonreír.
Primera prueba de la nueva relación INE-AMLO
Nos comentan que la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral tendrá la tarea de analizar en los próximos días si son procedentes las denuncias contra el Consejo Nacional de Morena, por presuntamente haber violado la ley electoral y adelantarse en la carrera presidencial. La decisión, nos detallan, no solo marcará un precedente para la elección de 2024, ya sea poniendo un freno al partido guinda o dejando vía libre a la promoción de las corcholatas, sino que en caso de ser un fallo en contra de Morena se pondrá a prueba qué tan fuerte es la nueva relación que el presidente López Obrador tiene con el instituto.