Mucho ruido y pocas nueces con el Frente Nacional Anti-AMLO (FRENAAA), organización que el día de ayer volvió a marchar en la Ciudad de México, pero lejos está de conseguir su objetivo: la renuncia del presidente López Obrador. Nos recuerdan que este grupo proyectó que el 30 de noviembre el titular del Ejecutivo federal abandonaría su cargo, sin embargo, en la movilización de ayer muchas personas cayeron en la cuenta de que esa meta no se va a lograr. Para el pesar de los detractores del Presidente, deberán esperar a la consulta de revocación de mandato en 2022 para saber si el tabasqueño se quedará en Palacio Nacional o si se irá a su rancho en Chiapas. Lo interesante será ver qué hacen de aquí a entonces, porque hasta ahora lo único que sí han logrado es vencer a los seguidores de AMLO en número de manifestantes (8 mil en su primera marcha, ahora 6 mil 500), mientras que los pro oficialistas únicamente consiguieron 5 mil 700; todas estas cifras, según el gobierno capitalino. En todo caso, ninguno de los dos bandos ha despertado mucho entusiasmo pues el objetivo de los opositores eran 100 mil personas, mientras que los segundos querían llegar a ser un millón. Veremos si la vacuna contra el Covid-19 les hace el milagro.
Los integrantes de la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN) se manifestaron a favor de que sus dirigencias, nacional y estatales, busquen alianzas electorales para el 2021 con el objetivo de enfrentar lo que consideraron un retroceso crítico y de restauración autoritaria en México, con Morena en la Presidencia de la República. Nos cuentan que los mandatarios dijeron que Acción Nacional siempre debe estar abierto para concretar las más amplias alianzas, no solo electorales, sino partidistas y ciudadanas. En voz del gobernador de Chihuahua, Javier Corral, la GOAN consideró que la dirigencia de su partido debe recuperar la noción básica de la política arraigada en lo local. Sin embargo, los partidos en las entidades van lento con las alianzas. En Baja California, por ejemplo, hay una carta de intención por un Frente de Unidad para el Estado, en donde PAN, PRI, PRD, el Partido de Baja California y hasta el PES en la entidad, han expuesto que están en la mejor intención de ir en alianza para quitarle a Morena la gubernatura. El problema es que todo se puede caer al final, como ocurrió en Nuevo León, donde la coalición se quedó en una mera idea.
Nos cuentan que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana está dejando de ejercer su función reguladora en el tema de las empresas privadas de seguridad, ya que intenta impulsar al Servicio de Protección Federal para que ofrezcan sus servicios a la iniciativa privada, como lo hicieron a mediados de año en Coparmex. Según varios funcionarios, la dependencia está dejando de otorgar opinión favorable a varias de las empresas de seguridad privada, para refrendar la licencia particular de portación de armas de fuego, con lo que está llevando a varias empresas a la quiebra, nos hacen ver.