Nos cuentan que como parte de los protocolos requeridos por la Casa Blanca, para el encuentro de esta semana entre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, a la comitiva mexicana se le solicitó una prueba de que no son portadores de Covid-19. Lo que no se especificó es si el presidente López Obrador también se sometió a esa prueba médica. La comitiva que acompaña al mandatario está integrada por el canciller Marcelo Ebrard, la secretaria de Economía, Graciela Márquez; el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, y por el jefe de la Ayudantía del presidente, Daniel Asaf. Por lo pronto este lunes a la fuente que cubre las actividades del presidente mexicano se les realizará una prueba en el Instituto Nacional de Nutrición para que puedan acceder a la Casa Blanca.
Jueces exigen pruebas de corrupción
Quien decidió nadar contra la corriente es el magistrado Ariel Alberto Rojas Caballero, director de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación, quien asegura que la grabación de la conversación intervenida por la Fiscalía General de la República entre la madre del presunto narcotraficante José Ángel Casarrubias, alias “El Mochomo” y su abogado defensor, en la que pactan entregar un soborno a un funcionario judicial para dejar en libertad a Casarrubias, no prueba un acto de corrupción. “Si hay otras pruebas que se presenten de inmediato y se sancione con todo el rigor de la ley a los responsables. El diálogo de un abogado con la madre del imputado no es prueba suficiente de que se haya entregado el dinero a algún funcionario judicial a cambio de una resolución favorable. Requerimos asimismo mayores estándares éticos y profesionales en la procuración de Justicia”, dijo el magistrado Rojas por medio de sus redes sociales. Aunque una investigación deberá determinar la responsabilidad de los miembros del juzgado, la difusión de la grabación ha dejado, por ahora, muy mal parado al Poder Judicial.
Nueva maroma de López-Gatell
Por si hiciera falta complicar aún más la información que presenta el gobierno federal sobre el avance de la pandemia, a partir de esta semana comenzará a cambiar la forma en que la Secretaría de Salud dará a conocer la información y los datos. La información sobre el número de casos, defunciones y personas activas, es decir que tienen posibilidad de contagio, se dará a conocer de acuerdo con la semana epidemiológica correspondiente, es decir ya no se entregarán las cifras de manera diaria. Esto quiere decir, informó ayer el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, tendrán un retraso derivado del proceso de confirmación y, aunque se presentará todo: “vamos a ir dos semanas detrás de acuerdo a lo que ocurra pero en todo momento, presentaremos todo”, dijo ayer don Hugo. Una nueva maroma, sostienen algunos.