Lo bueno es que el presidente dijo que iba a ignorar a EL UNIVERSAL y que dejaría de mencionarlo en su conferencia mañanera pues solo le estaba dando publicidad, pero al parecer la ira le impide cumplir con su palabra, y peor, lo obnubila al grado de hacer acusaciones falsas y para las que por respeto a su investidura debiera tener pruebas antes de hacerlas.
Señala que lo que él identifica como un bloque conservador paga a EL UNIVERSAL.
¿Quiénes integran ese bloque? ¿Cuánto pagan? ¿ Para qué pagan? Son preguntas para las cuales el titular del Poder Ejecutivo debería tener una respuesta puntual y un cúmulo de pruebas para poder sostener su dicho en el momento mismo de que lo profirió.
Otra mentira. Dice que EL UNIVERSAL sustituyó el espacio del gran caricaturista Helio Flores con un nuevo cartonista, lo que es absolutamente falso. Esta casa editorial no ha contratado a nadie en el lugar del gran Helio Flores quien después de una larga y brillante carrera, en la gozó de absoluta libertad de expresión, tomó la decisión de retirarse.
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Y por cierto, el cartón al que el Presidente en el que aparece la caricatura del rostro de la candidata presidencial de su partido asociada con símbolos nazis, jamás fue publicada en las páginas del Gran Diario de México, ni en el sitio web de EL UNIVERSAL.
Acusar sin pruebas y mentir desde el atril presidencial es ventajoso y lastima la imagen de la investidura, que dice que defenderá, aun por encima de la ley.
grg
