En el marco de la amenaza del próximo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de anunciar que una de sus primeras acciones al tomar protesta es imponer aranceles de hasta el 25% a productos que entren por las fronteras de México y Canadá hasta que estos países no frenen el tráfico de drogas y personas indocumentadas, México respondió ayer con una carta… y hoy con un equipo.
Esta mañana, en Palacio Nacional, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, dio cifras sobre el balazo en el pie que representa para los Estados Unidos la imposición de estas medidas, pero más allá del discurso, nos dicen, llama la atención la presentación de un Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización, cuyas tareas son sí, impulsar el desarrollo industrial y de inversión en el país, pero también, en palabras de su coordinadora, la empresaria Altagracia Gómez, la de participar en el llamado “cuarto del lado” durante la eventual renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, T-MEC.
Este equipo tiene un perfil empresarial, pero también paritario, pues lo integran Gina Díez Barroso, Guadalupe De la Vega, Blanca Treviño, María Elena Gallego, Concepción Miranda, Tamara Caballero y Ana María Macías del lado de las mujeres.
Y Rodrigo Herrera, Antonio del Valle, José Chapur, Eduardo Tricio, Raúl Gutiérrez Muguerza, Juan Domingo Beckmann y Armando Garza Sada por el lado de los hombres.
Nos hacen ver que en una negociación tan dura, tan complicada, histórica acaso, como es el pulso que se viene con los halcones de Trump, una de las cartas de México es la de poner en la mesa a empresarios… y también a empresarias que han demostrado no ser nada débiles a la hora de negociar.