Nos platican que hoy, las y los diputados y las y los senadores de Morena, PT, Verde y PES deberán rendir cuentas a su jefe político, el presidente López Obrador, y tendrán que aceptar que le fallaron.
Los legisladores del oficialismo sostendrán la última reunión con el Presidente y tendrán que explicarle que le quedaron a deber sus 20 reformas, 18 de ellas constitucionales.
En la bancada guinda, nos cuentan, que el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, Juan Ramiro Robledo, recomendó que ya no se hagan más esfuerzos por convocar a un periodo extraordinario a fin de avalar las iniciativas del Ejecutivo Federal.
Lo anterior porque, además de que no le dan los números y tendrían que hacer ofertas muy atractivas a la oposición para ver si alguno los apoya con el periodo extraordinario, no tendría caso ir a votar en el pleno proyectos que les serán rechazados. Además de que se desecharían y ya no estarían vivos para la próxima Legislatura.
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Así, nos explican, el plan de los morenistas es dictaminar en comisiones las 18 reformas constitucionales, para que no mueran y se turnen a la siguiente legislatura.
La esperanza de los oficialistas es que tras las elecciones del 2 de junio, Morena y aliados logren la mayoría absoluta en el Congreso, algo que se ve difícil, pero, lo que sí es un hecho, es que si else escenario llegara a ocurrir el Presidente no podrá ver como mandatario en funciones aprobadas sus reformas.
¿Habrá regaño en Palacio Nacional?
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