Parece no tener fin el pleito del senador Miguel Ángel Mancera contra el PRD y el Frente Amplio por México.
A más de dos meses de que el exjefe de gobierno fue eliminado de la contienda interna de la alianza opositora, insiste en que se violaron sus derechos políticos al haber sido descalificado injustamente.
Además, acusa al Frente de incumplir la sentencia del Tribunal electoral, que le ordenó informarle las razones por las que no fueron validadas parte de las firmas de apoyo que reunió para solicitar su registro como aspirante presidencial.
Mancera niega haber falsificado firmas o cualquier otra irregularidad y exige que se reconozca que sus derechos fueron atropellados, pero el Frente Amplio ya está en otra etapa, con los preparativos para la precampaña de Xóchitl Gálvez y parece tenerlo sin cuidado el recurso legal del senador perredista.
Algunos en el Frente dicen que Mancera es el Marcelo Ebrard de la oposición pues el excanciller también se inconformó con los resultados que dieron el triunfo a la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum. Sin embargo, nos hacen ver, la principal diferencia es que don Miguel no está cuestionando el triunfo de Xóchitl Gálvez, sino su descalificación del proceso y su ética como político.
grg