Nos recuerdan que ya pasó más de un mes y medio, es decir, más de la mitad del penúltimo periodo ordinario de sesiones del último año de la 65 Legislatura y el ha brillado por su ausencia.

Nos hacen ver que durante los últimos 45 días no se ha avalado ninguna reforma importante de las que se encuentran pendientes, ni se han sometido a votación las reformas presidenciales.

Lo que sí es un hecho, es que a partir del próximo viernes, las y los diputados federales se tomarán unas vacaciones de 10 días.

Los congresistas necesitan un descanso por su ardua labor, pues desde que inició el año, a la fecha, han sesionado como pleno nada menos que 13 veces. 13 días en un mes y medio.

Y esta semana, que por cierto ya viene de un fin de semana largo, se fueron desde el jueves y volverán este miércoles, sesionarán solo tres días.

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El pleno se reunirá el próximo 20, 21 y 22 de marzo, para después tomarse sus días de asueto por la Semana Santa, y regresar hasta el 02 de abril, es decir, 10 días de descanso.

Hay quienes se preguntan si las vacaciones son bien merecidas, pues las reformas que más importan a los trabajadores como las 40 horas, o la de 30 días de aguinaldo, entre otras, siguen sin votarse en el pleno de San Lázaro.

Primero lo primero: vacación, elección, y ya si hay tiempo y voluntad, lo demás.

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