Todo indica que en Morena ser crítico puede poner en riesgo la vida.
Prueba de ello, es la diputada Adela Ramos, quien ayer se pronunció en contra de los libros de texto gratuitos por sus errores, y pidió que se audite el proceso de elaboración y que comparezca el responsable de estos materiales, Marx Arriaga.
La legisladora reveló en redes sociales que teme por los ataques de quienes creen que los libros son la octava maravilla, o sea, el gobierno federal y sus propios compañeros de partido.
"Estoy consciente del riesgo que pueda tener mi integridad física y moral, pero ante todo está mi lealtad a México. Qué viva la niñez mexicana y la calidad educativa", señaló.
Si eso es lo que le espera a una diputada morenista, ya ni pensar cómo le puede ir a todos los demás críticos de Morena y de la autollamada Cuarta Transformación.
grg