Nos dicen que ayer, en la reunión con consejeros electorales y donde les presentaron el protocolo de seguridad que implementarán los integrantes del gabinete de seguridad en caso de que algún aspirante esté en riesgo o haya recibido amenazas, la oposición puso el dedo en la llaga, nos comentan.
Los opositores explicaron que tienen identificados cinco momentos en las elecciones en las que el crimen organizado amenaza e interviene en el proceso electoral.
El primero es previo a la postulación de un aspirante. Aquí identificaron que hay presiones del crimen para evitar que los aspirantes se registren y compitan y así “su abanderado” pase sin problemas.
El segundo momento, detallaron, es previo a la elección, dos o tres días antes, con “intimidación” a los funcionarios de casillas y a los representantes de partidos para que no se presenten a la jornada.
Lee también Hasta 10 elementos y 4 vehículos: Este es el esquema de seguridad para candidatos según el riesgo
El tercero, es el mismo día de la elección, con rondines intimidatorios por las casillas para inhibir la asistencia de funcionarios o votantes; y de manera paralela, los levantones de personas para imponer a gente allegada a su causa el día de la jornada.
El cuarto momento, también es en la jornada electoral y es el secuestro exprés de urnas y después regresarlas, pero ya llenas de votos.
Y el último, es cuando ya cuando se declaró un ganador, el crimen vuelve a hacerse presente para “intimidar” al perdedor y exigirle que no impugne la elección y ya se quede como quedó la votación.
Los partidos de oposición, en específico el PAN, pidieron a las autoridades del INE poner atención en todos éstos momentos.
Así, aseguran, el crimen influye y presiona en las elecciones.
grg