A cuatro meses de los hechos, donde uno de Los Chapitos citó a su padrino, El Mayo, para entregarlo a las autoridades de Estados Unidos, el gobernador morenista de Sinaloa no ha aceptado ninguna entrevista conmigo. Supongo que considera que no hace falta ninguna explicación de los hechos, pues el manto protector que cae sobre él es innegable, aunque no estoy segura de que sea todavía impenetrable.
La entrevista imposible: Gobernador: el 25 de julio, durante la reunión a la cual –según Ismael El Mayo Zambada– usted estaba invitado, mataron a Héctor Melesio Cuén Ojeda. Su entonces fiscal, Sara Bruna Quiñonez, hizo un montaje sosteniendo que el exrector había sido asesinado durante un asalto en una gasolinera. Usted apoyó y difundió esa versión, que no se sostuvo mucho tiempo, dado que la Fiscalía General de la República confirmó que la víctima fue asesinada en la quinta donde se llevó a cabo la reunión política y criminal. ¿Por qué se intentó ocultar la verdad? ¿Quién mató a Héctor Melesio Cuén y por qué usted permitió, apoyó, fabricó u ordenó el montaje? Recuerdo aquí al lector, además, que esa misma Fiscalía es la que mantiene una persecución contra la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Usted insiste en que el 25 de julio –casualidades de la vida– viajó a Estados Unidos y allá se enteró de la traición del chapito a su padrino. Allá mismo grabó un video para mostrar su sorpresa por el asesinato de Cuén, especificando en él que se encontraba fuera del estado. Mostró como prueba de su estancia en el extranjero, que nada prueba, un registro de vuelo y nada más. ¿No considera necesario demostrar de forma concluyente sus dichos con documentos incontrovertibles? La Fiscalía General de la República no lo ha exonerado, la Presidenta lo ha mantenido lejos y el apoyo del expresidente quedó en el pasado.
¿Por qué el Poder Judicial de Sinaloa ha contravenido sistemáticamente al Poder Judicial y a la fiscalía federales?
¿Por qué insiste en que no necesita más elementos federales y ofrece a policías de Culiacán, aunque no pasen o realicen sus exámenes de control y confianza, que se mantengan en su puesto?
El que nada debe nada teme. ¿Por qué no responder con claridad? Mientras usted calla, cada día Culiacán se enfrenta a la incertidumbre de saber si se despertará en medio de otro día de violencia, de balaceras, bloqueos y, lamentablemente, muertes. Niños, mujeres, hombres, familias enteras se ven afectados por esta pesadilla. Las calles se vacían en segundos cuando comienza el estruendo de los disparos, y las escuelas cierran sin previo aviso ante la amenaza de los enfrentamientos.
El costo humano es incalculable: Miles de familias viven en constante angustia, sin saber si sus seres queridos volverán a casa. En Culiacán, la tragedia humana no solo se mide en el número de muertos, heridos o desaparecidos, sino en la pérdida de esperanza. La gente lucha por sobrevivir, por encontrar algo de paz en medio de la tormenta.
Los músicos que antes celebraban, ahora, junto a meseros, piden ayuda en las calles. Las balas suenan más fuerte que las tamboras que tanto molestaban hace unos meses a algunos empresarios y turistas extranjeros.
Desde el 9 de septiembre a la fecha, la guerra entre las facciones del Cártel de Sinaloa y sus aliados ha dejado, al menos y según la cifra oficial, 422 asesinatos y cientos de desaparecidos. Sin embargo, la prioridad del gobierno no es otra que saber por qué se llevaron a Ismael “El Mayo” Zambada a Estados Unidos. Apelando a la soberanía nacional, atentan contra la inteligencia de los ciudadanos. Que El Mayo hable preocupa y mucho. ¿A quién?, ¿ Por qué?
NOTA: “¿Crónica de una muerte anunciada? La suerte está echada y hay más dudas que certezas. La extinción del Inai cumple el deseo del expresidente Andrés Manuel López Obrador en donde la entrega de la información será controlada por el Poder Ejecutivo, sin que nadie pueda hacer nada”: me dijo Adrián Alcalá, último comisionado presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.
@azucenau