Por Juan L. Kaye López

La falsa creencia que tienen muchos gobiernos estatales de que construyendo viaductos elevados (segundos pisos) dan la solución al caos vial provocado por el cada vez más intenso tránsito vehicular generado por automóviles, vehículos de carga de distintos tamaños y motociclistas. Los lleva a pensar en que esas obras resolverán mágicamente la intensa carga vehicular.

En la CDMX, el segundo piso se encuentra altamente saturado durante largas horas al inicio de cada día laborable en un sentido y el efecto se revierte durante el retorno a los hogares en sentido contrario durante avanzadas horas de la tarde.

El gobierno del Estado de Hidalgo, en la pasada administración de Omar Fayad, creo una intricada red de viaductos elevados que hoy apenas un par de años después se ven saturados como los de la CDMX.

Toca el turno al gobierno de Zacatecas que tiene la pretensión de llevar a cabo un gran viaducto elevado sobre el Boulevard López Mateos, uno de los ejes mas importantes de la ciudad. En él se centralizan 7 rutas de transporte público que vienen de Guadalupe, zona intermedia a las colonias del sur de la Cd. Capital, caracterizadas por sus altos niveles de marginación y pobreza.

La idea central de esta obra surge durante la gestión de Amalia García con el animo de dar una solución “moderna” a un proyecto integral de movilidad que sea factible y duradero y que “garantiza” el paisaje del Centro histórico de Zacatecas, catalogado por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Ese proyecto, ha sido evaluado por el ICOMOS Internacional (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), que es una organización no gubernamental asociada con la UNESCO y está dedicada a la difusión de las teorías asociadas a la metodología y las practicas tecnológicas relacionadas con la conservación, protección y puesta en valor del patrimonio cultural, histórico y monumental de las ciudades.

Resultado de esa evaluación, surgieron varias dudas de la validez de la teoría gubernamental, tanto en lo técnico como en lo paisajístico.

La conclusión en lo paisajístico es que esta obra pone en riesgo la inscripción de Zacatecas en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO y es que el polígono urbano declarado como Patrimonial está integrado por dos áreas: la zona nuclear histórica y la zona de “amortiguamiento” delimitada por el Boulevard López Mateos, al que se pretende construir el 2° piso.

Esta organización, se dio a la tarea de realizar una encuesta de la mano de la UAZ (Universidad Autónoma de Zacatecas) que refirió en sus resultados de una muestra de casi cuatro mil personas que solo el 14% utiliza como primera opción el automóvil y es precisamente a ese reducido sector al que “beneficiaria” esa obra. Así el 85.9% de los encuestados dijeron ser usuarios del transporte urbano que como en la mayoría de las ciudades del país es viejo, contaminante y riesgoso. Los que no usan transporte público o el automóvil, circulan en moto, bicicleta, transporte escolar o empresarial.

Así, la conclusión del estudio demuestra que:

No es necesaria la obra cuyo costo seria de casi  4 mil millones de pesos, que solo atendería (como siempre) las necesidades de una minoría.

Concluyo

Esto nos obliga a repensar los proyectos de movilidad urbana, no desde un punto de vista político (el anhelo de inaugurar obras) y sí desde un punto de vista técnico y social: Mejor y más modernos sistemas de transporte público, más y mejores ciclovías y algo fundamental, detener el desordenado y expansivo crecimiento de las ciudades con buenos programas de desarrollo urbano que impulsen la densificación ordenada de los perímetros urbanos.

Mientras en muchas ciudades en el mundo buscan rescatar espacios arbolados y mejorar la movilidad publica en México vamos en sentido contrario.

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