Para entender, lo alejadas que están las mujeres de las políticas públicas, es importante puntualizar que históricamente en la distribución social de roles, al género femenino se le asignó, lo privado, un lugar “no visible”, y por muchos siglos fue privada de ser “vísta y oída” por los demás por lo que careció de espacio propio, vetándola del “hacer” (Muxi, 2003)., tiempos valiosos donde se definieron las posiciones de poder. Haciendo recuento, la humanidad tiene 2 millones de años, e inició con la vida recolectora y agrícola donde la mujer, fue la encargada de “cuidar el territorio ganado”, por lo que se convirtió en el homo sapiens territorial, también éramos la máquina de conservación de la especie, esta responsabilidad nos limitó y confinó espacialmente, nos especializamos en cuidados, reproducción y mantenimiento, todo, en lo privado. Dándole “valor al sedentarismo” (Harari, 2022) y con ello a los asentamientos humanos, que siguen evolucionando.

Por Dra. Sofía Flores
 

El crecimiento demográfico se traduce en beneficios humanos a lo largo de la historia, desde la revolución agrícola que transformo al Imperio Acadio de Sargón I, en la Mesopotamia siglo XXII a.C. Hasta la China Moderna del 2022, que hoy invierte en miles de millones de dólares al año en infraestructura urbana para fortalecer su base social (incremento demográfico) y de esta manera también su economía. El mundo moderno se transforma a través de acciones que dan confort a donde vivimos y convivimos, la vivienda y su entorno, donde la mujer ejerce su posición de cuidado, reproducción y mantenimiento, este último compartido con el hombre a causa del sedentarismo, transformándose en un oficio masculino, consolidándose con técnicas y arte a la arquitectura y el urbanismo este “hacer” que inicialmente fue de la mujer se ve nulificado por los “gremios” del oficio, los cuales registran su existencia inicialmente en el siglo: V en Holanda. Regidos por reglamentos, con el fin de defender sus intereses pero que excluían a la mujer, los gremios le dieron origen a la política, consolidándose desde el “siglo: XV al XXII politiká-griego”, (Real Academia Española, 2021) como una ciencia que trata del gobierno y las organizaciones de las sociedades humanas, como hoy las conocemos.

Pero para la mujer el “hacer” en lo privado de la vivienda queda intacto, porque así convenía al sistema ya que no se distraía al hombre, y lo focalizaba en las conquistas territoriales, descubrimientos científicos, hoy trasformados en la economía mundial armamentista e informática que impulsa las finanzas globales “y” la inequidad en cualquier sentido, a tenor del índice de Gini. De esta manera los gremios fueron el origen de la política y la discriminación femenina, acción fortificada desde el siglo XII (O´Shea, 2000) por el gremio masculino más poderoso del mundo; “las religiones”. Porque recordemos que antes de esto éramos lo que le daba el valor al sedentarismo, las protectoras del territorio ganado, y antes de esto, públicamente los géneros éramos complementarios e iguales. En la historia moderna resaltan algunos casos donde la mujer logra destacar, pero siempre gracias al apoyo incondicional del hombre, corroborando la complicidad constante de los géneros.

Existen registros que documentan que en Aragón, España, existió el primer gremio formal encargado de la fabricación arquitectónica llamado “Alarifazgo” que se desarrolló al que hacer de expertos proyectistas en el siglo XVII, mismo donde el historiador John Millar (Millar, 2012) encuentra registros gremiales de 1666, de la existencia de Lady Elizabeth Mytton (Baronesa de Wilbraham) proponiéndola como diseñadora de 18 iglesias en Londres, la cual reclutaba arquitectos del gremio para supervisar su obras. Es necesario decir que el Barón su esposo, sí la “veía y la oía”, tanto que le daba el poder de “hacer”.

Demostrando una la teoría más sobre el “poder” (Sudjic, 2007) que ratifica al poder económico como formador de nuestro mundo y donde la arquitectura se convierte en cómplice del poder. De esta manera es fundamental que los gremios no disminuyan la lucha de las mujeres en el transcurso de la historia, sino que apoyen a igualar sus sueldos y condiciones al nivel de los hombres.

Actualmente no existe un proyecto político que se articule a partir de la idea de que todos los seres humanos nacen libres, iguales y con los mismos derechos, es una idea tan actual y tan antigua como lo dijo, Flora (Tristán, 1843) líder gremial obrera del siglo XIX, que escribe; “Reclamo derechos para la mujer porque estoy convencida que todas las desgracias del mundo provienen de este olvido y del desprecio que hasta hoy se ha hecho, de los derechos naturales e imprescriptibles, del ser mujer”. Fue hasta finales del 1918 en Gran Bretaña, cuando conseguimos el primer voto femenino, 1,500 años después de la creación de los primeros gremios, a los cuales nunca tuvimos acceso en esos años cuando se definieron los roles de poder, por no ser “vístas y oídas” y 1,999,850 años después de la existencia de la humanidad fuimos tomada en cuenta para votar, la historia es lenta a favor de la mujer. Todavía en los años treinta el sindicalismo (OEA, 2020), igualaba a las mujeres con los hombres.

Lo mismo hicieron los de la izquierda en los años sesentas, sin embargo la voz, solo permanece en los gremios docentes y académicos, ¿será esto porque ahí los hombres son más letrados e instruidos, y se convierten en cómplices?, el sistema económico patriarcal “le da la espalda, al pasado” fue hasta (Unidas, 1975) la primer Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer celebrada en la Ciudad de México en 1975, que se le recordó a la comunidad latina e internacional, que la discriminación contra la mujer seguía siendo un problema persistente y en el 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas, crea; ONU Mujeres, a 45 años después, en el cual se reconoce que la mujer ha logrado avances notables en muchas profesiones, pero “no en la política”.

De esta manera en todo el mundo, las mujeres brillan por su ausencia en la toma de decisiones para la implementación y formulación de políticas públicas. Acción que nos niega la oportunidad de construir condiciones de trabajo y seguridad, para que el género prospere y por ende la humanidad, biológicamente no podemos dejar de lado nuestro papel, como principal activo de la conservación de la especie, pero sí podemos compartir, el del cuidado, así como compartimos y cedimos, desde hace dos mil años, el del mantenimiento de nuestro hábitat.

Por lo que este reclamo solicita apoyo imperante para que la mujer participe en la construcción de políticas públicas que fortalezcan su inserción en lo público, para “hacer” más y continuar con la evolución de la especie y los asentamientos humanos.

Textos citados:
· Harari, Y. N. (2022). "Sapiens" De animales a dioses. En Y. N. Harari, "Sapiens" De animales a dioses (Vol. I, pág. 493). New York: Penguin Randon House Grupo Editorial, S.A. de C.V.
· Millar, J. (2012). "La primer mujer arquitecta". En J. Millar, "La primer mujer arquitecta". New York: https://www.arcus-global.com/wp/lady-elizabeth-la-primera-mujerarquitecta/.
· Muxi, J. B. (2003). El espacio público: ciudad y ciudadania. En J. B. Muxi, El espacio público: ciudad y ciudadanía (pág. 414). Barcelona: Electa (Grupo Editorial Random House Mondadori, S.L.
· O´Shea, S. (2000). Los Cátaros. En S. O´Shea, Los Cátaros (págs. 156-267). Barcelona: LIBERDÚPLEX, S.L.U.
· OEA. (2020). Participación de las mujeres en el ámbito sindical. En C. OEA, Participación de las mujeres en el ámbito sindical (pág. 89). Canadá: ISBN 978-0-8270-7128-5.
· Real Academia Española, R. (2021). Diccionario de la lengua española. En A. d. Española, Diccionario de la lengua española (pág. https://dle.rae.es/). Madrid: RAE.es.
· Sudjic, D. (2007). La arquitectura del poder, los ricos y poderosos dan forma a nuestro mundo. En D. Sudjic, La arquitectura del poder, (pág. 320). Londres: ARIEL.
· Tristán, F. (1843). Unión Obrera. En F. Tristán, Unión Obrera (pág. 144). Ciudad de México-2018. Francia-1843: P.R.D 890526PA3.
· Unidas, N. (1975). Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer 19 junio al 2 de julio de 1975. En NU, Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer (págs. https://www.un.org/es/conferences/women/mexico-city1975). CDMX: ONU

Es miembro de número de la Asociación Mexicana de Urbanustas, AC contacto@amu.org.mx

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