JUAN L. KAYE LOPEZ
Apenas el jueves 27 de junio, la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum, designó a la Doctora en Sociología Edna Elena Vega Rangel como nueva secretaria de esa dependencia del gobierno federal (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano), designación que se antoja muy atinada por su formación académica, dado que es una profesional especializada en temas sociales y del territorio.
En su historial en el servicio público, destaca haber sido Directora de la Comisión Nacional de Vivienda, un órgano desconcentrado de la Secretaria y Subsecretaria de Ordenamiento Territorial y Agrario.
Esta Secretaría, creada al principio de la administración del Presidente Peña Nieto, surgió desde “el cascarón” de la extinta Secretaria de la Reforma Agraria, cuyos asuntos relacionados aun hoy con disputas agrarios, que derivan en largos y casi irresolubles litigios entre comisariados ejidales , agrupaciones comunales, autoridades y hasta con particulares. Un ejemplo de ello lo es el Estadio Azteca y las disputas que hoy subsisten con el ejido de Santa Úrsula a 60 años de su planeación y construcción
Conflictos agrarios en proceso de atención
La propia SEDATU ha reconocido e identificado poco más de 500 conflictos agrarios, 400 de ellos de gran relevancia por su impacto social y medioambiental esto último porque el área forestal del país se reduce en 90 mil hectáreas año, a causa del desordenado crecimiento urbano y el inmoderado crecimiento de la superficie agropecuaria.
Aunado a lo anterior el 43.2 por ciento de los 32 mil 203 núcleos agrarios registrados (ejidos y comunidades) no tienen actualizados sus órganos de representación (comisariados) y vigilancia, lo que trae como consecuencia severos problemas de gobernanza de la vasta sociedad rural sobre sus territorios y afecta la aplicación de políticas públicas destinadas a mejorar el desarrollo del campo.
Así, la SEDATU enfrenta un reto monumental a pesar de los esfuerzos realizados y los avances logrados.
Hablar de una nueva institucionalidad agraria, integrada por los tribunales agrarios, la Procuraduría Agraria, el Registro Agrario Nacional y el FIFONAFE (Fideicomiso del Fondo Nacional de Fomento Ejidal), es hablar de los recursos naturales existentes en el territorio, de la disputa permanente de estos por las comunidades agrarias asentadas en esos territorios.
El ordenamiento territorial
Este concepto, agrupa el conjunto de acciones transversales del Estado que tienen como objetivo instrumentar la ocupación ordenada con un uso sostenible del territorio.
No es este un concepto nuevo, de hecho apareció al término de la segunda guerra mundial, con un enfoque centrado en la planificación económica y en la corrección de los desequilibrios regionales.
Así los planes de ordenamiento territorial, surgidos de un instrumento denominado: Estrategia Nacional de Ordenamiento Territorial (ENOT) desarrollada a lo largo de la presenta administración federal , es hablar del Ordenamiento Territorial que incluye entre otros temas la conservación y aprovechamiento de los recursos naturales del mismo, cono lo son los forestales, silvícolas y minerales que no se encuentran en el subsuelo, así como los recursos para el turismo y la recreación.
Estudios que favorecen a una escala municipal acciones como la planificación y edificación de parques y espacios públicos, ciclovías, ubicación deseable de equipamiento para la salud, la educación, actividad económica, etc.
El desarrollo urbano
Si bien más de 90 millones vivimos en ciudades, la pobreza, la dispersión, la falta de vivienda asequible, la movilidad siempre complicada, generan a los habitantes de las ciudades cada vez mayores costos, baste señalar que en gastos por transporte publico las familias mexicanas gastan en promedio el 19% de sus ingresos, pagan por renta de vivienda más del 35%, lo que deja para gastos de alimentación, salud, educación, vestido y recreación un precario 45% de su ingreso.
Encontrar soluciones a esta gravísima y compleja tarea es un reto monumental, máxime que factores como la contaminación, insuficiente inversión en obras de infraestructura urbana, problemas en el abasto y manejo del agua, políticas incorrectas de uso de suelo y problemas surgidos de una deficiente visión del orden jurídico agravados por la infaltable corrupción en la vida pública, hacen de este tema algo muy complejo de resolver.
Concluyo
La Dra. Edna Elena Vega, tiene la formación, experiencia y capacidad para dirigir los destinos de esta complejísima Secretaría.
Los retos por enfrentar en las tres grandes áreas de la misma son de gran cuantía y demandan el uso de recursos económicos que no se tienen ni se vislumbran en un plazo de al menos 2 años.
La desaparición del Fondo Metropolitano abona a la dificultad de atender planes, proyectos y obras en las decenas de zonas Metropolitanas del país.
La instrumentación del programa nacional de vivienda con la nueva orientación del INFONAVIT será tarea muy relevante.