Por: Carlos Corral Serrano

El Istmo de Tehuantepec, una estrecha franja de tierra en el sur de México, ha sido desde los tiempos del Porfiriato considerado un punto clave para el desarrollo económico y la integración regional. Su ubicación estratégica entre los océanos Atlántico a través del puerto de Coatzacoalcos en Veracruz y Pacífico con el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, lo convierte en un corredor potencial para el comercio y la inversión.

Una de las iniciativas más destacadas del gobierno federal en el sexenio anterior (2012-2018) para impulsar el desarrollo en el Istmo de Tehuantepec fue el proyecto de modernización y ampliación de la infraestructura en la región y la implementación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE). El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, promulgó la Ley Federal de ZEE con el objetivo de garantizar la continuidad de programas, acciones y políticas públicas de largo plazo considerando paquetes de estímulos para cada zona económica. Esto incluye mejoras en carreteras, puentes, puertos marítimos y ferrocarriles.

A partir del 2019 el Gobierno Federal retoma el desarrollo de la región a través de la construcción del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), un proyecto ambicioso que conectaría el Atlántico con el Pacífico a través de una vía intermodal, dejando así de lado el desarrollo de las ZEE, la promoción de la energía renovable y el enfoque en el desarrollo comunitario, como ejemplos de los esfuerzos realizados que el Gobierno Federal emprendió hasta el 2018.

El Istmo de Tehuantepec tiene un gran potencial para convertirse en un motor económico y una muestra de desarrollo sostenible si se gestionan de manera adecuada las oportunidades y desafíos que presenta.

Actualmente el CIIT considera, además, la creación de los 10 parques industriales a lo largo del Corredor, lo cual representa un componente esencial para el desarrollo económico y logístico de la región. Estos parques deberán estar diseñados para fomentar la inversión, la generación de empleo y el impulso de actividades industriales, sin embargo, su implementación no está exenta de obstáculos y desafíos que requieren un enfoque estratégico y una atención cuidadosa por parte de las autoridades y posibles inversionistas.

La creación de parques industriales implica la necesidad de infraestructura adecuada, como carreteras, energía, agua y sistemas de comunicación. En general, la infraestructura existente en la Región, es insuficiente y requiere de mejoras significativas para satisfacer las necesidades de los parques y las empresas que en ellos se instalen. La falta de conectividad eficiente puede limitar el atractivo de estos parques para los inversionistas.

La obtención de financiamiento adecuado y sostenible para llevar a cabo estos proyectos ha sido un desafío constante. La disponibilidad de recursos financieros es crucial para desarrollar la infraestructura necesaria y atraer a las empresas. La normatividad ambiental, permisos de construcción y otros requisitos legales pueden generar demoras y aumentar los costos del proyecto. La agilización de estos trámites es esencial para mantener la competitividad de los parques.

Asimismo, la implementación de medidas para reducir la contaminación y promover prácticas ambientalmente responsables es fundamental, pero requiere de inversiones adicionales y la cooperación activa de las empresas que llegarán a operar en los dichos parques.

En la región, la oferta de trabajadores con las habilidades necesarias es por demás limitada, lo que dificulta la atracción de empresas. La inversión en capacitación y educación es fundamental para preparar a la población local y garantizar un suministro adecuado de trabajadores especializados.

El Gobierno Federal a través de la SHCP ha anunciado la implementación de incentivos fiscales como la exención del ISR por un determinado tiempo a las empresas que ahí se instalen además de facilidades para la importación y exportación, por lo que el diseño, garantías y la implementación de políticas efectivas de inversión son esenciales para atraer a inversionistas y empresas. La falta de una estrategia sólida para promover los beneficios y ventajas de establecerse en el CIIT puede limitar la capacidad de atraer inversiones y ocupar los espacios disponibles en los parques.

Por otra parte, la participación comunitaria y el respeto por el consentimiento de las poblaciones locales, especialmente las comunidades indígenas, son cruciales para evitar conflictos y asegurar el desarrollo sostenible. La falta de consulta y participación puede llevar a tensiones y rechazo por parte de la comunidad.

Finalmente, el Gobierno Federal ha anunciado la completa habilitación de la vía intermodal para este mes y la licitación de dichos parques para diciembre de este mismo año, sin embargo, a pesar de los beneficios potenciales que ofrecen los 10 parques industriales en el CIIT, la implementación de estos proyectos no estará exenta de obstáculos y desafíos. Superar estos retos requiere un enfoque integral que involucre la colaboración entre las autoridades gubernamentales, las empresas, las comunidades locales, expertos en la materia y otras partes interesadas. La atención a la infraestructura, los recursos financieros, la sostenibilidad, la participación comunitaria y la promoción estratégica son elementos clave para el éxito de estos parques y, en última instancia, para el desarrollo sostenible del Corredor Interoceánico.

Director Ejecutivo de la Asociación Mexicana de Urbanistas, AC

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