Por: Assenet Lavalle Arenas
Hace unos días, a principio del mes de agosto fui invitada por Hábitat para la Humanidad América Latina y el Caribe al Quinto Foro de Vivienda y Hábitat de la región, que tuvo lugar en Bogotá, Colombia, bajo la consigna “Responder a la crisis climática y social” y considerando a la vivienda como la herramienta clave para enfrentar estas crisis. Más de mil seiscientas personas nos reunimos, de forma presencial o virtual y compartimos con las cerca de 100 personas panelistas y expertas de alto nivel de todo el mundo, durante 3 días. No pretendo ser exhaustiva acerca de lo abordado en el Foro, pero sí compartir algunos datos interesantes que nos invitan a la reflexión:
- El BID calcula que en Latinoamérica y el Caribe, el 45% de la población no tiene un lugar adecuado dónde vivir. Estas personas habitan viviendas construidas con materiales precarios, poco resilientes al cambio climático, carentes de servicios básicos, muchas de ellas con pisos de tierra y dentro de un terreno que no les pertenece.
- América Latina y el Caribe es la zona económica del mundo con mayor desigualdad, mientras que se trata de la segunda región más propensa a desastres en el planeta.
- Más de 180 millones de personas en la América Latina y el Caribe se han visto afectadas por cerca de 1.450 desastres (huracanes, terremotos, sequías, aludes, temperaturas extremas e inundaciones) desde el año 2000 al 2021. Esta realidad impide a estas poblaciones gozar plenamente del derecho a la vivienda y a la ciudad.
- En nuestra región padecimos la temporada récord de huracanes en el Atlántico durante el año 2020. La presencia continua del fenómeno de La Niña ha contribuido a las interrupciones en los patrones climáticos globales.
- Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, el agravamiento del cambio climático y los efectos combinados de la pandemia del COVID-19, han estancado décadas de progreso contra la pobreza, la inseguridad alimentaria y la reducción de desigualdades. La misma Comisión calcula que el valor de todos los daños y las pérdidas económicas, relacionados con los desastres ocurridos en 2022, ascendió a $1.789 millones de dólares.
- El cambio climático es un fenómeno global que ya no se puede detener, si acaso disminuir su aceleración. El cambio climático no genera problemas, pero sí los agrava de manera importante.
- La vivienda social es una solución, resuelve el requerimiento de muchas personas y es, a su vez, el factor detonante para disfrutar de otros derechos como la salud, la educación, el trabajo o la alimentación. No hay justicia climática sin justicia habitacional.
- El acceso equitativo a una vivienda adecuada en los asentamientos informales puede generar un impacto directo de hasta 10.5% de crecimiento económico, medido ya sea como Producto Nacional Bruto o como Producto Interno Bruto per cápita.
- De igual manera, las acciones de mejoramiento de la vivienda pueden incrementar la esperanza de vida de los pobladores de los asentamientos informales: podría aumentar hasta un 4%, añadiendo 2.4 años de vida en promedio global. Más de 738 mil muertes prevenibles al año podrían evitarse, una cifra superior a la erradicación de la malaria en todo el mundo.
- Trabajar en la vivienda adecuada en los asentamientos informales tiene una estrecha relación positiva en la educación. Los años de escolarización previstos en algunos países pueden aumentar hasta un 28%. A escala mundial, hasta 41.6 millones de niños, niñas y jóvenes adicionales podrían matricularse en la enseñanza primaria y secundaria. Esto equivale al 16.1% del total de niños, niñas y adolescentes que actualmente no asisten a la escuela en el mundo.
Responder a las necesidades y aspiraciones de vivienda de quienes viven en asentamientos informales es una tarea urgente. Requiere de voluntad política y acciones que tengan en cuenta la abundante evidencia existente, como es el estudio “Hogar Es”, elaborado por Hábitat para la Humanidad Internacional.
Para que la vivienda adecuada sea un factor facilitador eficaz de los beneficios del desarrollo humano, debe abordarse de una forma integral que tenga en cuenta el cumplimiento efectivo de todas sus dimensiones: tenencia segura; disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructuras; asequibilidad; habitabilidad; accesibilidad; ubicación; y adecuación cultural.
Bibliografía
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Frediani, A.A.; Cociña, C.; y Roche, J.M (2023). Mejoramiento de vivienda en asentamientos informales: Evaluación del impacto en el desarrollo humano. Hábitat para la Humanidad Internacional, Washington, D.C. https://www.habitat.org/lac-es/hogar-es
Hábitat para la Humanidad América Latina y el Caribe, https://www.habitat.org/lac-es
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