Después de más de dos años de afectaciones económicas por la pandemia, la industria automotriz global aún continúa en proceso de recuperación. Por un lado, el impacto de la escasez de microcontroladores sigue causando estragos en los niveles de inventario promedio a lo largo de la cadena. A solo tres meses de que concluya el año, los volúmenes tanto en proveedores como fabricantes de autos continúan comprometidos y, como consecuencia, las existencias en agencias siguen siendo escasas. No es raro escuchar historias de clientes que se han visto obligados a comprar sus coches incluso en ciudades distintas a las que son originarios.

El problema de la escasez de chips es solo uno más de los que aquejan al sector. El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania vino a profundizar el problema de suministro de otros materiales como aluminio, níquel, acero, magnesio, entre otros. Hasta los vehículos eléctricos se encuentran resintiendo la falta de oferta de suministros para la producción.

Sin embargo, a pesar de todos los problemas de suministro, costos crecientes y caída en ventas a nivel global, 2022 podría ser uno de los años más rentables para muchos jugadores en la industria y, en particular, para el último eslabón en la cadena: los concesionarios.

De acuerdo con el último informe de la asociación nacional de distribuidores de los Estados Unidos (conocida como NADA, por sus siglas en inglés), 2022 apunta a convertirse en otro año más de ganancias positivas para los concesionarios en ese país y, sorprendentemente en un contexto donde han registrado menores niveles de ventas que años anteriores.

En el primer semestre de 2019, de acuerdo con NADA, una agencia promedio vendió poco más de 500 vehículos a un precio de promedio de 36 mil 400 dólares. Para el primer semestre de 2022, la agencia promedio norteamericana registra ventas de vehículos nuevos por 404 unidades, pero a un precio de 45 mil 650 dólares, esto es, un incremento de 25% en el precio promedio del vehículo. Así pues, la caída en ventas, en cuanto al número de unidades, ha sido compensada en parte por un importante aumento en los precios, derivado de un redireccionamiento en ventas hacia modelos de mayor margen (normalmente SUVs), pero también a una reducción en los incentivos que ponen los fabricantes a los concesionarios.

Aún más, el menor volumen en unidades nuevas vendidas está también siendo compensado por un aumento en el negocio de seminuevos en concesionarios norteamericanos. Según NADA, alrededor de 40% de los ingresos provienen ahora de autos usados, en comparación con 35% registrado durante la primera mitad de 2021.

La situación en México es un tanto diferente por el entorno país. En Estados Unidos, el apetito por nuevos vehículos ha sido impulsado principalmente por una acelerada recuperación de la economía y diferentes estímulos del gobierno de Biden otorgados a la población. En México, por el contrario, la recuperación está siendo aún lenta. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), las estimaciones prevén un nivel en ventas para 2022 de un millón cincuenta mil unidades, un nivel muy similar al observado en 2021. El entorno puede complicarse ante una inflación que no cede y un panorama nada favorable en la colocación de créditos automotrices ante una inminente alza en tasas.

A pesar de ello, el negocio de la distribución en México podría estarse beneficiando de circunstancias parecidas a sus contrapartes norteamericanas. Ante volúmenes bajos y una caída en la colocación de créditos automotrices, los precios de los automóviles nuevos se han disparado también, por encima de la inflación general, durante la primera parte del año. Pero la escasez de autos trae otro beneficio: un menor inventario promedio de coches significa menos gastos financieros para mantenerlo. Como diría un buen amigo en la industria: “muchos distribuidores están descubriendo el modelo justo a tiempo”.

Es imposible saber cuándo se restablecerá el equilibrio entre oferta y demanda en la industria. Sin embargo, la pandemia está dejando valiosísimas lecciones en todos sus jugadores y eslabones de la cadena automotriz. El 2023 seguramente traerá nuevas sorpresas.

Profesor del área de Dirección de Operaciones de IPADE Business School

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