El regreso del Super Bowl a Los Ángeles plasma el cine característico de la ciudad fusionado con la nostalgia de la primera edición de aquel juego de campeonato entre la NFL y la AFL .
Esa misma nostalgia que añora el regreso de los Bengals a un Super Tazón y ahora tienen todas sus esperanzas puestas en Joe Burrow para mantener su invicto en Playoffs.
Pero el sentimentalismo no es el único aliado en un encuentro de estos. Todos los detalles juegan un papel importante, al grado que los Bengals adelantaron su viaje para huir del frío bajo cero en Ohio .
Los protocolos de la NFL traicionaron su habitual logística, al tener otra vez al equipo local jugando en casa, trabajando a marchas forzadas para tener el estadio SoFi en condiciones y dejando a los Rams con la comodidad de trabajar desde casa toda la semana. Hasta Matthew Stafford pudo disfrutar ayer su cumpleaños en familia.
Ambos equipos estaban programados para llegar el jueves. Ahora que los planes se alteraron, el trabajo en campo no será crucial, como sí se enfoca en las sesiones de video y juntas de trabajo para preparar el partido con la mejor estrategia posible, como si fuese ajedrez.
Los distractores estarán a la orden del día, los jugadores tendrán que sortear llamadas de familiares y amigos de la infancia para pedir boletos.
Afortunadamente, el circo del Día de Medios no será parte de su apretada agenda, pero debo confesar que me hubiese gustado ver lo que Los Ángeles tenía preparado todo para un circo digno de Hollywood .
No olvidemos que la verdadera fiesta será el próximo domingo y estaremos pendientes sobre cómo se prepara todo para que sea una verdadera obra de arte, desde la capital del cine.
@ArturoCarlos