Los juntaron todas sus fichas para ir por el premio mayor consiguiéndolo sin importar el desastre que pueda venir, el fin justifica los medios y son los campeones.

El equipo angelino hipotecó su futuro tomando riesgos desde la mudanza que emprendieron desde San Luis, invirtieron 5 mil millones de dólares para construir un estadio y hacerse del espacio necesario en Inglewood.

Luego de su llegada con un terrible récord con Jeff Fisher creyeron que un treintañero como Sean McVay iba a contribuir a un cambio de actitud ganadora y que funcionó llevándolos al Super Bowl , pero no del todo tras la derrota en Atlanta ante Nueva Inglaterra hace 3 años.

Pero la confianza se mantuvo con el acelerador a fondo, donde prefirieron los intercambios por jugadores consagrados y con potencial que construir un roster ganador como dice el librito, desde el draft.

El método no es malo, pero muy arriesgado; los jugadores se encarecen, invertiste fuerte en ellos y la única manera de retenerlos es subir la inversión sobrepasando el tope salarial y sacrificando el futuro sin selecciones de draft para renovar al equipo y con presupuesto más manejable.

Algo que aprendí en Los Ángeles es “que se jodan las selecciones de draft”, así viven los Rams su filosofía.

Apostaron todas sus fichas por Matt Stafford, Jalen Ramsey, Von Miller, Odell Beckham y más para traerse un campeonato a Los Ángeles donde el saturado mercado deportivo no les daba la entrada que merecían.

Casi 70 años después volvieron con un campeonato en la misma ciudad y ahora emprenden el cambio generacional de su base de aficionados conquistándolos con un campeonato.

Los Rams se fueron por la fórmula arriesgada y ganaron, no sé cuánto tiempo les dure ese nivel, pero lograron aceitar la máquina para lucir mejor que un auto de Snoop Dogg .

 
Google News

TEMAS RELACIONADOS