Regresar es imperativo. En ocasiones el viaje ilumina, otras veces, hunde. Medicamentos nuevos, más agua entubada y mejores gasolinas abrazan. Advertencias y premoniciones escritas hace décadas, cuyos mensajes cayeron en el olvido, abrasan. El mundo, a partir de diciembre de 2019, es otro mundo. Nada, salvo las vacunas, contagia optimismo y respeto por los quehaceres de nuestra especie. Bioethics. Bridge to the Future debería ser texto de referencia obligatorio. Políticos, empresarios y maestros, podrían leerlo y conversar después con expertos. Van Rensselaer Potter, profesor de Oncología en la Universidad de Wisconsin, publicó el libro en 1971. Han transcurrido cincuenta años desde su edición. Transcribo y comento algunas ideas como un pequeño homenaje al autor y como una modesta llamada de atención para la humanidad.

He releído algunos capítulos. Los subrayados confirman cuán contumaces somos. Las advertencias del autor y de sus coautores son demoledoras: la humanidad no tiene remedio. Cuando se publicó el texto, la destrucción de la Tierra era menor; además, los diagnósticos de Potter carecían del apoyo tecnológico actual. Leo en la cuarta de forros: “Bioética es una ciencia nueva. Combina el trabajo de científicos y humanistas, cuyas metas son la sabiduría y el conocimiento. Sabiduría implica aprovechar y utilizar el conocimiento para mejorar el bienestar social… La supervivencia del ser humano no está garantizada”. Acoto: La bioética es la ciencia de la supervivencia, del individuo, de la sociedad y de la Tierra.

La primera página se intitula Un credo bioético para individuos. Ahí traza, con humildad, sus creencias y derroteros. Traduzco libremente:

1. CREENCIA: Entiendo la necesidad de buscar acciones eficaces y rápidas en un mundo acosado por crisis.

COMPROMISO: Trabajaré con otros para darle forma a mis creencias y para generar un movimiento mundial que haga posible la supervivencia y facilite el desarrollo de las especies en armonía con el medio ambiente.

2. CREENCIA: Acepto el hecho de que la supervivencia y el desarrollo futuro de la humanidad, desde el punto de vista cultural y biológico, se encuentra condicionado fuertemente por las actividades y planes del ser humano.

COMPROMISO: Trataré de vivir mi propia vida y procuraré influenciar en la vida de otros con la finalidad de mejorar el mundo para el bien de las futuras generaciones. Procurare evitar acciones que pudiesen amenazar su futuro.

3. CREENCIA: Acepto la individualidad de cada persona y sus necesidades para contribuir al mejoramiento de la sociedad pensando en las necesidades a largo plazo.

COMPROMISO: Escucharé los puntos de vista de otras personas, independientemente si son minoría o mayoría, y procuraré realizar acciones eficaces.

4. CREENCIA: Acepto la inevitabilidad del sufrimiento humano proveniente de alteraciones naturales en las criaturas biológicas y en el mundo físico, pero no acepto el sufrimiento producido por la inhumanidad del hombre contra el hombre.

COMPROMISO: Confrontaré mis problemas con dignidad y coraje. Asistiré a mis congéneres e intentaré eliminar el sufrimiento innecesario de nuestra especie.

5. CREENCIA: Acepto la muerte como parte necesaria de la vida. Venero la vida y creo en la hermandad de los seres humanos y me siento obligado con las futuras generaciones.

COMPROMISO: Intentaré vivir una vida que beneficiará las vidas de mis congéneres ahora y en el futuro. Deseo que se me recuerde con aprecio por quienes me sobrevivan.

Han transcurrido cincuenta años desde la aparición de Bioética. Un puente hacia el futuro. El credo de Potter es una declaración humana para humanos. El libro es un tratado de lo que puede hacerse para sobrevivir. Los planes de estudio de las escuelas deberían incluir el texto en sus programas. Quizás todavía sea tiempo para preservar la Tierra.

Médico y escritor.

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