Desde que inició el Gobierno de la 4T la confianza del consumidor se posicionó por los cielos, alcanzando su pico más alto en marzo de 2019 con un índice de 46.8. Previo a este valor, el índice más cercano tuvo lugar en octubre de 2006, a finales del sexenio de Vicente Fox y principios del gobierno de Felipe Calderón, con un valor de 45.3. Desde entonces tuvieron que pasar más de 12 años para que volviera a repuntar, ya que, durante el mandato de Enrique Peña Nieto, el punto más elevado se obtuvo al inicio de su gobierno, en enero de 2012, alcanzando un índice de 41.3. A partir de entonces el nivel de confianza de los consumidores fue disminuyendo y ya no se pudo recuperar.
Como se aprecia, es común que al inicio de cada gobierno las expectativas económicas de los consumidores sean altas. Esto se explica, en parte, porque las familias esperan que se cumplan las promesas de campaña cuando inicia un nuevo gobierno, con la esperanza de que se logre una mejora en el nivel de vida.
Aunque la metodología del índice ha estado sujeto a controversias, es un termómetro que mide la situación económica actual y la que esperan los consumidores con relación al estado de la economía. Si todos los entrevistados contestan que su situación económica es optimista, el valor sería de 100, de lo contrario sería de cero, siendo 50 el punto intermedio entre el optimismo y el pesimismo.
Ahora bien, aunque con el actual gobierno esta confianza comenzó con expectativas muy positivas, estas cayeron abruptamente por factores externos. Uno de estos fue la pandemia de Covid-19 y sus consecuencias económicas, dado el cierre parcial de las actividades que fomentaban la oferta y por el confinamiento de los hogares, que provocó una disminución importante en la demanda.
Lo anterior, sumado a que el gobierno reaccionó con una política de austeridad económica en vez de aplicar una política contra cíclica de aumento en el gasto público, como lo dicta la teoría macroeconómica y la experiencia de otros países de tamaño similar a la economía mexicana y a la de las naciones más ricas del mundo.
A pesar de esta situación, la confianza de los consumidores se revirtió en abril del 2020, hasta llegar, un año después a un índice de 42.3. Actualmente, y a menos de un año de que termine el gobierno, las expectativas de los consumidores son que termine con buenos resultados en virtud de que desde septiembre del año pasado hasta agosto de este año la tendencia apunta hacia arriba.
Académico de la Universidad del Valle de México Campus Lomas Verdes
