Sin duda, el 24 de febrero quedará marcado en la historia económica mundial no solamente como el inicio de las operaciones militares de Rusia en Ucrania, sino también por el bloqueo económico y financiero de los países miembros de la OTAN hacia Rusia. Como ha ocurrido en otras ocasiones, desde que empezaron los primeros enfrentamientos los mercados financieros no tardaron en reaccionar.

Los primeros síntomas los resintieron las bolsas de valores de Europa, que en promedio tuvieron una caída de 4%. Una de las dos principales bolsa de Europa, como Ibex 35, a una semana del conflicto, ha perdido 9.02%, Euro Stoxx 50 el 10.44%, en tanto que el SP 500 VIX, en el lado estadounidense, 1.27%. En el caso de Rusia, el RTSI, que es uno de los índices de valores más representativo del mercado de valores, tras la invasión rusa, cayó ese día en 38.30%.

Estos acontecimientos también estuvieron acompañados de un alza importante del precio del petróleo a nivel internacional. El 24 de febrero cotizaba en 92.81 y hoy supera 115.13 dólares por barril. Un incremento porcentual de 24% en menos de dos semanas.

¿Qué efectos ha tenido sobre los mercados y la economía mundial? A pocos días de iniciado el conflicto, es difícil estimar a largo plazo cómo va a terminar afectando; sin embargo, se puede señalar, a raíz de lo que ha estado pasando, que continúe el encarecimiento de la materia prima ligada al uso de los energéticos, sobre todo del petróleo. Asimismo, un aumento en el precio de las primas de riesgo de las coberturas financieras ocasionado por el riesgo país. Es de esperarse también un impacto negativo de la demanda agregada vía consumo, lo que podría afectar las expectativas de crecimiento económico pronosticadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Por otra parte, es posible que los bancos centrales intensifiquen la política monetaria para bajar la tasa de inflación, vía aumento de la tasa de interés, como resultado del alza del precio del petrolero y de las materias primas.

Por otro lado, aunque los mercados financieros no reflejan una situación generalizada de caída de las bolsas, sí están considerando la incertidumbre del conflicto actual sobre las inversiones y los activos financieros, ya que se puede observar una reorientación de las inversiones en los instrumentos de renta variable hacia instrumentos de renta fija y en activos refugio, como el oro y el dólar.

Se viven tiempos muy difíciles, ya que a este conflicto bélico se le suma una recuperación de la actividad económica resultado de una crisis que tuvo su mayor afectación en 2020, misma que terminó por paralizar una buena parte de la actividad económica en el mundo. Sumado a lo anterior, aún no superamos por completo la crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19, que ha ocasionado el fallecimiento de cerca de 5.8 millones de personas en todo el mundo. Aunque es inevitable la pérdida de vidas humanas en esta guerra, esperamos que no acumule más muertes de las que ha provocado la pandemia.

Académico de la Universidad del Valle de México Campus Lomas Verdes.

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