Resulta interesante ver el comportamiento que ha tenido el sector externo en los últimos dos años como resultado de la crisis económica y del confinamiento generado por la pandemia. Cabe mencionar que, de acuerdo con datos proporcionados por el Inegi en el comunicado de prensa del 27 de enero de este año, el monto acumulado de la balanza comercial de mercancías en los últimos dos años fue deficitario. De hecho, el periodo más crítico se ubicó en el último semestre de 2020, donde prácticamente el déficit en la balanza comercial tuvo un incremento sustancial a 37 mil 158 millones de dólares. En 2020 el monto deficitario acumulado abarcó la suma de 34 mil 13 millones de dólares. Sin embargo, la situación se revirtió en el siguiente año, ya que, de ser deficitarios, se pasó a un superávit comercial por un monto de 11 mil 491 millones de dólares. ¿Qué fue lo que pasó y, qué bienes de exportación se vieron más afectados?
Sin duda, una de las principales razones fue el cierre de las fronteras, como resultado de la baja en la intensidad de las actividades económicas y comerciales a nivel global. Es importante señalar que en México el grueso de las exportaciones mexicanas lo constituyen las exportaciones no petroleras, de acuerdo con la Balanza Comercial de Mercancías de México en su sección de cifras acumuladas. Desde 2016 venían avanzando a un ritmo creciente y constante. En ese mismo año representaban casi 95% del total de las exportaciones hasta que, en el año más complicado de la pandemia, es decir 2020, tuvieron un retroceso para colocarse 35 mil 294 millones de dólares por debajo que el año anterior.
A pesar de esta situación, su participación no se vio afectada significativamente, ya que las exportaciones agropecuarias y extractivas siguieron creciendo con la misma tendencia de años anteriores. Donde sí se observó una afectación fue en las exportaciones manufactureras. No obstante, se recuperaron en 2021, exportando a tasas que presentaban antes de la pandemia.
Por su parte, las importaciones totales tuvieron casi el mismo comportamiento que las exportaciones totales, es decir, venían aumentado antes de la pandemia hasta que en 2020 bajaron con respecto a 2019. Como se sabe, las importaciones no petroleras incluyen los bienes de consumo, los bienes intermedios y los bienes de capital. De estos, los bienes intermedios representan casi 80% de las importaciones, y les siguen los bienes de consumo, con 12.26%, y el resto toca a los bienes de capital. Los bienes intermedios y bienes de capital son los que en 2020 y 2021 presentaron caídas leves en los montos de importación.
En resumidas cuentas, el impacto del confinamiento afectó el comercio exterior de México, sobre todo con sus principales socios comerciales, como Estados Unidos y Canadá, lo que se manifestó en una disminución de las exportaciones, algo que se compensó con la caída de las importaciones. Se puede caracterizar como una afectación leve y de carácter coyuntural por la razón de que, con todo y el cierre parcial de los aeropuertos y de las fronteras, el mercado interno del país, en general, no padeció del desabasto de bienes de consumo, y las cadenas de suministro y de logística de las empresas se mantuvieron a flote asegurando casi 100% de la provisión de bienes para la exportación y la importación.