El 3 de diciembre de 2018 en la toma de posesión el gobierno actual prometió que no se iba a endeudar más al país. Para dimensionar el alcance y magnitud de lo que se dijo recordemos que la deuda pública se divide en deuda del gobierno federal (que son todas las obligaciones contratada por el gobierno federal), deuda del sector público (que engloba el endeudamiento del gobierno federal, empresas productivas del Estado y Banca de Desarrollo) y los Saldos Históricos de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) que es el concepto más amplio ya que incluye todas las formas que se tiene de endeudamiento público. De estas tres formas se parte de la definición de la deuda del gobierno federal considerando que esta se divide en interna y externa y medida como porcentaje del PIB y en términos netos.
Con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), basado en los documentos de la Cuenta Pública de 2019 a 2023, se observa que los saldos de la deuda interna del gobierno federal como porcentaje del PIB pasó de 27.3%, a finales de 2018, a 31.0% a finales de 2019. En los siguientes cuatro años fueron de 30.6%, 31.3%, 32.5% y 33.7%. En términos monetarios fue de 6,203,635.4 millones en el 2018 a 10,699,546.7 millones de pesos en 2023. Un aumento porcentual de 72.4% en cinco años.
Por su parte la deuda externa neta pasó de 8.0% a finales de 2018, a 9.5% en 2020, 9.0% en 2021, 7.6% en 2022 y 6.3% el año pasado. Expresado en términos de dinero de 1,883,624.0 millones de pesos en 2018 a 2,011,088.4 millones de pesos en 2023. Significó una tasa de crecimiento en estos cinco años de 6.76%.
En tanto, la deuda neta total del gobierno federal tuvo un incremento de 75%, tomando como fecha diciembre de 2018 y julio de este año, de acuerdo al comunicado de la SHCP del pasado 27 de septiembre de 2024 sobre las finanzas públicas y deuda pública.
¿De dónde proviene este aumento de la deuda interna? Cabe señalar que este aumento no es nuevo. Si se toma como referencia el año 2000 la tendencia de la deuda interna neta del gobierno federal como proporción del PIB es la que más se ha incrementado al ubicarse en 8.6% en 2000 a 33.7% el año pasado. Por su parte, la deuda externa en los últimos tres años tuvo la participación más alta de los últimos 23 años.
Recordemos que en gobiernos pasados se recurría al endeudamiento externo como una fuente de financiamiento extra para lograr la estabilidad y crecimiento económico, o bien, para salir de las crisis económica y financiera. Desde la última crisis del año de 1994, y específicamente desde el año 2000, los gobiernos han buscado la manera de depender menos del crédito externo y más del crédito interno, a través de la emisión de valores gubernamentales como los Cetes y los bonos como medida principal y como medida secundaria el financiamiento externo. En este contexto, el gobierno actual sigue con la misma política de financiamiento, por lo que se continuó endeudando al país vía deuda interna y externa (aunque en menor proporción) y total.
*Académico de Carrera de la Escuela de Negocios de la Universidad del Valle de México (UVM)