El estancamiento económico con inflación en los Estados Unidos y en otros países, así como el auge de China y la aparición de un nuevo orden económico mundial fueron provocados por la política de apertura comercial y financiera impuesta por los Estados Unidos en los años ochenta.
El cada vez mayor enfrentamiento económico, político y militar entre las grandes potencias junto con su menor crecimiento económico y la creciente participación de países de desarrollo industrial intermedio en la esfera económica y política mundial como China, Rusia, Corea, Brasil y el mismo México entre otros, marcan las pautas de la aparición de un nuevo orden económico, el cual además está siendo empujado por una profunda y acelerada revolución tecnológica en telecomunicaciones, electrónica y nuevas formas de energía, entre otros avances, dejando cada vez más rezagada a la gran industria manufacturera altamente contaminante y dependiente de hidrocarburos. La formación de un nuevo orden no apareció de la nada, los Estados Unidos son responsables de ello al imponer en los años ochenta el neoliberalismo en el mundo con el propósito de reducir los salarios y elevar las ganancias; pero nunca imaginaron que llevarían a la economía norteamericana y mundial a la peor crisis con inflación después de la Depresión del 29, a la vez que le regalarían a China la hegemonía mundial. Sin las inversiones y la tecnología norteamericana los chinos no hubieran tenido posibilidades para alcanzar el desarrollo que ahora tienen. La competitividad de los países al darse la apertura comercial en los años ochenta, descanso en el menor salario, lo que provocó la caída del mercado mundial y el consecuente auge del mercado financiero con aumentos en las tasas de interés, fuertes movimientos de capitales en el mundo y elevadas deudas de los gobiernos. China a diferencia de países como México, no siguió ciegamente la doctrina de libre mercado, sino en base a una “economía de Estado” o “socialismo de mercado”, como se le quiera llamar, impuso al capital exterior condiciones favorables para el desarrollo nacional como fueron la obligación de adquirir productos nacionales; ello obligó al capital exterior transferir tecnología a empresas chinas para así abastecerse de productos locales con la calidad y las especificaciones necesarias para incorporarse como parte de la cadena de valor de los capitales internacionales. El Estado promovió la producción nacional en función de conquistar mercados externos, en especial de grupos sociales de bajos ingresos. Así mientras el mundo empobrecía a la población reduciendo el poder de compra del salario, los chinos se encargaron de ofrecer todo tipo de productos a bajos precios sin importar mucho la calidad. Otro aspecto que aceleró el auge chino fue la enorme migración campo-ciudad. De 1980 a 2019, la población urbana pasó de 19 a 63 millones de personas, es decir, en los últimos 39 años, la población en las ciudades aumentó cada año en promedio más de un millón de personas, ningún otro país en la historia ha experimentado tal magnitud de migración, ni lo hubiera soportado en términos de proveer suficientes servicios y puestos de trabajo a tal volumen de habitantes. Con ello la pujante industria exportadora en China dispuso de la suficiente mano de obra, a la vez que, rápidamente se creó un gigantesco mercado interno. La acelerada urbanización se acompañó de aumentos constantes del salario, en lugar de disminuirlo como sucedía en occidente y se financió en gran parte con emisión monetaria, rompiendo con ello la falsa creencia dominante en occidente de que el aumento de los salarios y de la emisión de dinero sólo elevan los precios sin aumentar la producción y el empleo. China demostró lo contrario, logró crecer con cada vez mayor independencia del mercado mundial gracias al aumento de salarios y de la emisión de dinero. También fue importante impedir la autonomía del banco central, a fin de usar la emisión de dinero como mecanismo de financiamiento del desarrollo. En todo el proceso fue fundamental la elevada participación del Estado en la economía, el cual como ejemplo es propietario de los 4 bancos más grandes del mundo.