No mentir, no robar y no traicionar, son los tres requisitos que se necesitan para ser miembro de la Cuarta Transformación.
Y, apegados a esos principios, cómo verían, queridas y queridos lectores, que Ismael Zambada, mejor conocido como “El Mayo Zampada”, fuera integrado al movimiento transformador que está cambiando a México.
No, no es que este Arlequín se haya dado un golpe en la cabeza, o que se esté adelantado al maratón Guadalupe-Reyes, y que ya se encuentre en estado inconveniente, se trata de reconocer que, nos guste o no, “El Mayo”, es un hombre que dice la verdad.
El señor narcotraficante dijo que fue víctima de un secuestro, y no mintió. La palabra del criminal fue validada por el mismísimo fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, quien el martes pasado confirmó lo dicho por Zambada, y aseguró que “El Mayo” sí fue secuestrado y llevado de manera subrepticia ante las autoridades de Estados Unidos, a espaldas del gobierno de México. Así, quedó claro que “El señor del sombrero”, como también se le conoce a “El Mayo” podrá tener muchos defectos, pero mentiroso no es, y tampoco se sabe que haya traicionado o robado a alguien.
Antes, “El Mayo” ya había dado pruebas de que no miente. Dijo que Héctor Melesio Cuén, exrector de la universidad de Sinaloa, fue asesinado en el mismo rancho donde él estuvo secuestrado el pasado 25 de julio. En contraste, la Fiscalía de Sinaloa dijo que Cuén fue victimado en una gasolinería y presentó un video del supuesto homicidio. Sin embargo, una vez más, la Fiscalía General de la República dio la razón a “El Mayo”, y no solo eso, sino que descubrió que el video de la fiscalía sinaloense fue un montaje, pues luego de llevar a cabo una serie de investigaciones, la dependencia federal dijo que se encontraron rastros de sangre de Cuén en el rancho, tal y como lo dijo Zambada. La Fiscalía de Sinaloa dijo una mentira, y Zambada la verdad.
Y sí, “El Mayo” podrá ser un criminal, un narcotraficante y un asesino, pero es nuestro criminal y ningún gobierno extranjero tiene derecho a venir por él y secuestrarlo para llevarlo ante una corte y encarcelarlo. Nuestras fuerzas de seguridad por décadas no pudieron capturarlo y permitieron que operara con toda libertad e impunidad su nefasto negocio, pero no serán los policías y jueces de Estados Unidos los que vengan a detenerlo, encarcelarlo y a enjuiciarlo, no señor.
México debería pelear en tribunales para que nos devuelvan a “El quinto mes”, como también se le conoce a “El Mayo”.
Podría iniciarse una campaña con el mensaje #ConElMayoNo, y exigir que lo regresen, pues se trata de un asunto de soberanía. Y una vez de regreso, quizá la magnanimidad del movimiento transformador podría permitir que este hombre que ha demostrado no mentir, ser arropado por los cálidos brazos de la 4T, que ha abierto sus puertas u otros personajes con pasados tan oscuros que los de Zambada.
Si hombres como Manuel Bartlett, responsable de la caída del sistema que permitió la llegada al poder del presidente priista Carlos Salinas de Gortari, y con ello, el inicio del nefasto “periodo neoliberal”, que es la antítesis del “humanismo mexicano” creado AMLO, han tenido cabida en el cielo de la 4T, “El Mayo” no está tan lejos de una absolución, siempre y cuando se arrepienta de todo el mal que ha hecho, y prometa regresar al camino correcto y trabajar para el bienestar del pueblo.
Si Javier Corral, un exconservador panista, que está acusado de desvíos millonarios durante su gestión como gobernador de Chihuahua (2016-2021), fue recibido por la 4T, y ahora no solo es miembro de la bancada de Morena en el Senado, y presidente de la Comisión de Justicia de este órgano legislativo, qué impide que “El Mayo” transite un camino similar y algún día represente los valores morenistas, como lo hacen dignamente don Bartlett y Corral.
En la gloria de la 4T hubo espacio para Ignacio Ovalle, director de Segalmex, en cuya administración se cometió el fraude más grande del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, por 11 mil millones de pesos. Pese a que el propio AMLO dijo: “una de las cosas que más lamento fue el fraude en Segalmex… yo diría que esa es la mancha que me llevo”, el responsable de permitir esa mancha en la blanca trayectoria del padre de la Cuarta Transformación nunca fue desterrado del movimiento. ¿Si a don Nacho nunca le cerraron la puerta, por qué no abrírsela al “Señor del Sombrero”?
En la 4T ha quedado claro que no hay prejuicios, y si “El Mayo” algún día cometió horrendos crímenes, o incluso hizo cosas peores, como trabajar de manera coordinada con Genaro García Luna, el humanismo mexicano puede no solo otorgarle el perdón, sino buscar que pague con amor todo el daño que hizo a la sociedad mexicana.
No sea usted conservador, y no se escandalice si algún día Zambada se suma a las filas de la 4T. Eso sí, primero habría que salvar un par de obstáculos: primero, ganar la batalla para que nos lo regresen de Estados Unidos.
Y después, rezar para que no le vayan a preguntar las autoridades de ese país cómo fue que operó su cártel estos últimos seis años, o quién le permitió trabajar sin ser molestado, pues como él dice siempre la verdad…
ME CANSO GANSO. - Calaverita del Arlequín.-
Muy feliz sus teclas aporreaba el Arlequín,
cuando un viejecillo lo invitó a un festín,
y muy amable, le ofreció un tamal de chipilín.
La exquisita vianda, en Palenque, se cocinó,
tan buena estaba, que, de dos bocados, el Arlequín la devoró,
pero, que estaba envenenada, nunca notó.
Ahora sí, Arlequín canijo, vas a pagar por todo tu sarcasmo, dijo el viejito;
con un acento tabasqueño, y hablando muy pausado, dijo despacito:
je, je, je, tenga para que aprenda, y deje ya de hacerse el chistosito.
¡Ay pobrecillo Arlequín burlón!,
que, por estar criticando a la Cuarta Transformación,
acabó frío en el panteón.