Vaya que estamos viviendo un momento estelar en la historia de México . Una época en la que las buenas ideas nos deslumbran y crecen a borbotones. Y para muestra un botón.
“ Por cierto (los del Cártel Jalisco Nueva Generación) deberían de quitarle el nombre porque afectan a Jalisco ”, dijo esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador .
¡Que gran idea!, mientras estas ovejas descarriadas entienden que debe ir por el buen camino y en lo que acaban por rendirse a fuerza de abrazos, vamos avanzando en algo. Primero, que cambien de nombre, y ya luego, vendrá el cambio de mañas, a fuerza de los chanclazos de sus jefecitas y abuelitas.
#ElAlerquín Un cártel de la droga convertido en empresa trasnacional
— Arlequín (@ElArlequin_Univ) March 4, 2022
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Poco a poco, estos poderosos jefes de los grupos criminales dejaran esa vida violenta, llena de ejecuciones, de hombres colgados en puentes, de fusilamientos en las calles, y comprenderán que el poder solo tiene sentido, y se convierte en virtud, cuando se pone al servicio de los demás, y que el dinero es papá y mamá del mismísimo diablo.
Y si los respetables miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) aceptan la amable sugerencia presidencial, y quitan la jota a su nombre para quedar solo en CNG, lo mismo podría pasar con otros grupos criminales y con sus integrantes.
Por ejemplo, tomemos el caso del narcotraficante Ovidio Guzmán , hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán , quien fue detenido y liberado por el actual gobierno. Mientras este muchacho -que tomó el mal camino y hasta ahora no ha hecho caso de los consejos de su abuelita- recapacita y decide entregarse por la buena al supremo gobierno, podríamos referirnos a él no como un narco, o un capo, sino como un joven construyendo el futuro.
Y mientras llega el día en que las fuerzas del orden desmantelen su peligrosa organización, el Cártel de Sinaloa , el joven Ovidio puede ir cambiando el nombre por algo menos ofensivo para ese bello estado de la República. Por ejemplo, se le podría llamar Organización de Distribución y Exportación de Sustancias de Sinaloa, S.A (aunque esa sociedad no es muy anónima que digamos).
Y si eso funciona con un cártel, podría servir para otras cosas, a las que se les puede cambiar el nombre, mientras llega la solución.
La corrupción , de la que por ahí quedan algunos vestigios, puede ser llamada vicios neoliberales del pasado en extinción.
Al desabasto de medicamentos, podría denominársele, exceso de demanda de fármacos.
El alto número de asesinatos dolosos y feminicidios , podrían ser identificados como herencias violentas del neoliberalismo.
A los empresarios y exfuncionarios corruptos (en especial a aquellos que devuelven al pueblo lo robado y delaten a sus cómplices y jefes), se les podría poner el nombre de personas en proceso o estado de purificación.
Y, claro, a este Arlequín le pondríamos el payaso de las cachetadas.
¿No le parece increíble que nunca antes un Presidente hubiese tenido esta brillante idea? Lo dicho, vivimos un momento estelar de la historia de México. ¡Qué suerte!
ME CANSO GANSO. Y usted, conserva, aquí quejándose
” Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil.