El anuncio va a ser una bomba. La secretaria de seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez , muy pronto podrá salir orgullosa a anunciar que la gloriosa Cuarta Transformación dio un golpe mortal al delito de extorsión, y que las cifras de este crimen, ahora sí, comenzarán a mejorar, pues ya hay pistas sobre una peligrosa banda de extorsionadores que podría ser desmantelada.
Y no, no se trata de esos personajes que seguramente le han llamado a usted o algún familiar para pedirle dinero diciéndole que son miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación o de los Zetas , y que si no les deposita varios miles de pesos lo van a asesinar o a secuestrar. Tampoco son esos que tanta lata le dan diciendo que le hicieron un cargo no autorizado a su tarjeta de crédito y logran sacarle a usted la información necesaria para que ellos puedan hacer compras o disposiciones de efectivo.
No, no son ellos, esos son minoristas, barateros, niños del pecho. Estos vulgares estafadores están plenamente ubicados y la autoridad sabe que la mayoría de ellos realizan sus extorsiones desde el interior de los penales. Esos grupos, como todos los males actuales, son una herencia del periodo neoliberal , y ya están ubicados, y un día de estos, las autoridades van a acabar con ellos.
Con los gobiernos del PRIAN, pasar un teléfono celular a un penal -herramienta indispensable para la extorsión- era más fácil que aprenderse la tabla del uno. Ahora, en la Cuarta Transformación, aunque ya se ha acabó la corrupción, por alguna extraña razón siguen ingresando a los penales teléfonos móviles, y algunas otros misceláneos, como pistolas, navajas, drogas, colchones, tambores, refrigeradores, estufas, lavadoras, microondas y hasta fierro viejo. Pero el actual gobierno ya está atacando este fenómeno, y si no es posible acabar con él, pues fueron muchos años del periodo neoliberal en el que estas mafias crecieron, ya vendrá en el 2024 la Cuarta Transformación Segunda Temporada, y para el 2030 seguro a los penales no pasará ni un alfiler, y habrán instalado torres que bloqueen las señales celulares.
Pero, regresemos al anuncio espectacular, a la bomba. Aquí le estamos hablando de extorsión a la alta escuela, de cientos, incluso miles de millones de pesos. Solamente recuerde que cuando en las próximas semanas se haga el anuncio, fue su Arlequín de cabecera el que le adelantó la información.
La peligrosa banda está integrada por tres miembros. Y lo mejor, ninguna autoridad tuvo que investigar, los tres se acusaron entre sí. Sin necesidad de que alguno solicitara beneficios de testigo protegido , solitos cantaron.
Sus nombres “Julio N”, Alejandro “N” y Olga “N”, todos ellos acusados de extorsión. Alejandro “N” acusa de extorsión a Julio “N”, y Julio “N”, acusa de extorsión a Alejandro “N” y a Olga “N”.
El problema, es que los dos señores “N” y la señora “N”, son, o fueron, altísimos funcionarios de la Cuarta Transformación, a la que sinceramente se la cae la cara de vergüenza pues estos tres miembros distinguidos del movimiento, resultaron implicados en casos muy graves de abuso de poder y mancharon el momento estelar que actualmente vive la historia de México.
Y como el pecho de este Arlequín no es bodega, y con tanta “N” se puede usted hacer bolas, le confío que Julio “N” es Julio Scherer, exconsejero jurídico de la Presidencia. Alejandro “N”, no es otro que Alejandro Gertz Manero , fiscal general de la República y Olga “N”, es en realidad Olga Sánchez Cordero , morenista, presidenta del Senado y exsecretaria de Gobernación.
Scherer, hoy exconsejero jurídico de la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador , acusó al fiscal de la República, Alejandro Gertz Manero, y a la otrora secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, de atacar y hostigarlo con un modus operandi al que definió como "extorsivo".
Por su parte, el fiscal aseguró: “estamos frente a una verdadera extorsión mediática criminal… para poder linchar al fiscal porque está atentando contra intereses espurios de grupos a los que estamos investigando”. Y justo, Gertz está investigando a Julio “N”, y a un grupo de abogados que asegura se han confabulado con el entonces consejero jurídico Scherer para extorsionar a grandes empresarios que se encuentran presos o prófugos y que son acusados de delitos fiscales.
Y Scherer acusó a Olga “N” (ya quedamos que es Olga Sánchez Cordero) de aliarse con el fiscal para cobrar venganza.
“En un amplio documento, Sánchez Cordero presentó una serie de fabulaciones respecto a mi relación con despachos como el de Rivera Gaxiola, Kalloi, Fernández, Del Castillo, Quevedo, Lagos y Machuca, así como el bufete Araujo, González, Peimbert, Robledo y Carrancá Abogados, entre algunos otros”, aseguró Scherer quien dijo que Sánchez Cordero y Gertz Manero se valieron de su poder y de recursos públicos para buscar “venganzas personales”, denunció Scherer.
Olga “N” dijo que tuvo diferencias con Julio “N”
, pero rechazó participar en extorsión o venganza alguna.
Esta historia que está mejor que las de las telenovelas de Epigmenio Ibarra (que ya es mucho decir), tiene un final triste, pues aunque como dicen el líder máximo de la Cuarta Transformación “la vida pública debe ser cada vez más pública”, este tipo de máculas acaban por manchar la 4T que con tanto esfuerzo construyen mujeres y hombres de bien, bajo la conducción de un gran líder.
Así, lo único honorable y correcto que este gobierno puede hacer, y no le quepa duda que lo hará, es llevar ante un tribunal a los tres, investigar quién dice la verdad, quién miente y comprobar si hubo extorsión de todos contra todos. Y una vez aclarado el caso, que la secretaria de Seguridad los exhiba en la mañanera. Incluso, para este propósito se podría inaugurar la sección” Quién es quién en las extorsiones”, desde luego, bajo la impecable conducción de la dama del buen decir, la acaudalada “Liz” Vilchis, la señorita que “no sabrá leer” , pero no es extorsionadora.
ME CANSO GANSO.- Las Tlayudas del Bienestar
Por favor señor Presidente, haga caso del consejo de la escritora Elena Poniatowska e integre a su gabinete a la señora que durante la inauguración del Aeropuerto Felipe Ángeles demostró su visión de mercado y se dedicó a vender tlayudas (o doraditas) a los hambrientos acarreados que fueron citados desde temprano al magno evento, y que llegaron al AIFA con la panza de farol esperando comer en alguno de los restaurantes que supusieron existirían en la nueva terminal aérea. Esa sí es una empresaria con visión, que seguro daría muchas satisfacciones a la 4T, a diferencia de otras empresarias, como la diputada y autodestapada candidata presidencial, Patricia Armendáriz , que tantos dolores de cabeza ha dado al movimiento transformador. A la señora se le podría hacer responsable de un programa social para promover la comida verdadera, no esas tortas estadounidenses llamadas hamburguesas, además, darle presupuesto para que otras mujeres y hombres se dediquen a preparar tlayudas e inunden de este suculento plato los aeropuertos de México, y un día no muy lejano, por qué no, los del mundo. Y para que siga la línea de este gobierno, el programa bien podría llamarse “Tlayudas del Bienestar” .
