Dentro del momento estelar que la historia de México está viviendo, en una de las páginas de oro, se registrará como el actual gobierno de la bienaventurada Cuarta Transformación dejó atrás la vieja manera de hacer política exterior para inaugurar una más tropical y menos acartonada que al pasar de los años se conocerá como la doctrina Chico Che y La Crisis .
Antes, todo era flemático protocolo, mensajes acartonados y perfumados, si al Presidente no le parecía alguna acción o expresión se preparaban aburridas notas diplomáticas de protesta que eran entregadas por la cancillería mexicana vía valija en los ministerios de exteriores del país con el que se tenía en diferendo, pura burocracia.
Hoy, en los tiempos de la transformación, se habla claro y con un lenguaje coloquial, nada de andar citando a los autores clásicos de la diplomacia mexicana o mundial, con solo una cita del filósofo tabasqueño Chico Che se advierte a empresas extranjeras, a multinacionales, y de paso a sus gobiernos defensores que aquí somos muchos y somos machos, que no le tenemos miedo a nada ni a nadie ¡Nomás faltaba!
“Uy qué miedo, mira como estoy temblando”, dice el preclaro apotegma del maestro Chico Che, citado por el presidente López Obrado r para responder a las amenazas del gobierno de Estados Unidos de revisar en el marco del Tratado México, Estados Unidos y Canadá T-MEC , la política energética del actual gobierno, que según Washington está perjudicando los intereses de las empresas extranjeras de este sector que operan en México.
“…Vamos a terminarla con esto de que nos van a llamar a cuentas para que expliquemos la política energética de nuestro país, que nos tiene muy preocupados. A ver si consigues a mi paisano Chico Che y ponemos esa de Uy, qué miedo ”, pidió el miércoles, en su mañanera , el Presidente a su fiel vocero, quien dio la instrucción para que se escuchara en el Salón Tesorería el guapachoso ritmo transformado en mensaje musical para todos aquellos mexicanos y extranjeros que quieran cuestionar la patriótica política energética de la Cuarta Transformación.
Así como en 1930 el canciller Genaro Estrada redactó la doctrina base que ha regido a la política exterior mexicana de no intervención y de respeto a la autodeterminación de los pueblos. Y así como el México de Pascual Ortiz Rubio lanzó al mundo la doctrina Estrada, esta Cuarta Transformación no podía ser menos y ha entregado a la diplomacia mundial la Doctrina Chico Che y La Crisis , basada en la valentía y el arrojo ante las amenazas, sin importar de quién vengan, por muy potencias que sean ¡Faltaba menos!
Pero, aunque la Doctrina Chico Che es la nueva joya de la política exterior de la 4T, no es el único avance en esta materia gestado por este gobierno y su movimiento transformador.
Antes, muchos de los diplomáticos tenían que concursar para ingresar al Servicio Exterior Mexicano y empezar a construir una carrera que, en varios lustros de trabajo y estudio, quizá algún día podría permitir que algunos de ellos tuvieran el alto honor de acceder a ser embajadores de México.
Hoy, ya no es necesario tanto esfuerzo, son otros tiempos. Ahora basta con ser un gobernador bien portado para recibir al final de su gestión un nombramiento de embajador, o cuando menos, de cónsul en algún lugar privilegiado.
Aunque todavía quedan embajadores de carrera y uno que otro joven romántico que quiere ingresar al Servicio Exterior para hacer carrera a la antigüita, hoy los modernos diplomáticos saben que las oportunidades no están estudiando en el Instituto Matías Romero , ni haciendo labores de zapa en consulados o embajadas, sino convirtiéndose en promotores de la 4T, en Siervos de la Nación , en fieles seguidores de la doctrina AMLO .
Los inteligentes saben que para lograr una embajada basta con ser un político opositor arrepentido, confeso y absuelto, que ya convertido irá por el mundo propagando las bondades de la 4T y luchando contra el neoliberalismo .
O también, se puede lograr una embajada por méritos de militancia dentro de la propia 4T, aunque aquí se debe contar con el padrinazgo o madrinazgo de un machuchón o machuchona de la Palacio Nacional quien, en pago a por los servicios a la causa, entregue al personaje en cuestión al alto honor de representar en el extranjero a la Cuarta Transformación.
En el caso de un consulado, hay varias vías de acceso, pero una muy eficaz es ir a la conferencia de prensa mañanera, rendir pleitesía, implorar la piedad del líder máximo, y con un poco de suerte, puede salir de Palacio Nacional con un consulado en alguna mítica ciudad transcontinental entre Asia y Europa.
El único problema, es que no todos las cancillerías del mundo, ni todos los estudiosos de los asuntos internacionales están listos para entender la política exterior de avanzada de la 4T, y conceptos innovadores como la doctrina Chico Che, y son capaces de preguntar a estos nuevos embajadores y cónsules “ quién pompo, quién pompó”; “quién pompó consulado, quién pompó”; quién pompó embajadita, quién pompó ”.
Por lo pronto, entramos a una nueva fase de la Cuarta Transformación, que esperamos no se convierta en la última parte del nombre del grupo musical favorito del Presidente: Chico Che y La Crisis… ¡A bailar señores Biden y Trudeau !
ME CANSO GANSO. - Les va a salir Caro
Y, señores de la DEA, ni empiecen con sus presiones para que les sea entregado el capo Rafael Caro Quintero . Sus amenazas le hacen lo que le viento a Juárez a la Cuarta Transformación. “Uy qué miedo…”
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