Como si el líder supremo no tuviera suficiente trabajo con pacificar el país, domar una pandemia, construir un sistema de salud como el de los países nórdicos, acabar con la corrupción y practicar, de tarde en tarde, beisbol para no bajar su promedio de macaneo, ahora el hombre tiene que enderezar a la UNAM , que se desvío y tomó el camino del mal, la ruta equivocada, se fue hacia la derecha, hacía el neoliberalismo .
El proceso de purificación de la máxima casa de estudios está en marcha.
El timón, que en los últimos 36 años se cargó hacia la derecha conservadora e individualista, pronto comenzará a girar hacia la izquierda .
La suerte está con México, la Cuarta Transformación está aquí y alcanzará a todos los ámbitos de la vida nacional, y a todas las instituciones incluyendo a la Universidad Nacional Autónoma de México.
En este proceso, sin duda alguna, el candidato para ser el rector de la transformación no puede ser otro que el doctor, doctorazo John Ackerman . Si hay alguien que entienda la ideología de la 4T y pueda regresar a la universidad al carril izquierdo es don Johnny boy .
Como el daño causado por casi cuatro décadas de neoliberalismo ha llegado hasta la médula de la universidad se requieren de medidas drásticas que solo un rector como Ackerman podría poner en marcha. La debacle era de tal dimensión que hasta los Pumas ya se estaban comportando como los millonarios del América .
Las medidas deben ser drásticas y ejemplares. De entrada, el auditorio que han dado por llamar Che Guevara , tendría que dejar ese nombre que ya suena conservador, y se le podría llamar ahora Auditorio Comandante Hugo Chávez . Sí, suena fuerte, pero a grandes males, grandes remedios. Y, por qué no, de plano, ya hacer un cambio en el nombre de la institución y ponerle BUNAM , Bolivariana Universidad Autónoma de México, para que de una vez quede claro de lo que se trata esta transformación.
Si por alguna razón, o por aquello de las grillas, el doctor Ackerman no llegara la rectoría, podría también ser colocado como director de la Facultad de Arquitectura, pues es experto en construir casas . Además se le daría a esta facultad una dimensión social, ya que él tiene amplia experiencia en hacer casas para personas que no tienen grandes sueldos. Él y su familia predican con el ejemplo, ya que con salarios de académicos pudieron hacerse de varias casitas.
En medicina, quién más, el único, el incomparable Hugo López-Gatell , el Simón Bolívar de la medicina, el libertador que le quitará a todos los egresados las actitudes mercantilistas y neoliberales que tanto ha denunciado y ha criticado el presidente López Obrador a los médicos del país.
Y aunque la lógica indica que no hay mejor médico en el país, y quizá en el mundo, que López-Gatell, esta chulada de científico no solo es bueno para los temas sanitarios, sino es un comodín que puede dirigir varias facultades.
Por ejemplo la de Ciencias Políticas y Sociales , pues algunos lo consideran más político que científico, aunque es un hacha para las dos cosas.
¿Y qué tal para la de Contaduría y Administración? Quién más eficiente y exacto para las cifras que Hugo . Es el padre de la nueva escuela de contabilidad de contagios y muertes por Covid. Además de un maestro en cálculo. Ya ve que sus cálculos de decesos fueron casi perfectos, con unos cuantos cientos de miles de diferencia, pero nada grave. Además, él sí sabe contar, cuenta unas historias increíbles.
La Facultad de Ciencias, esa si tiene un candidato único: el doctor Alejandro Gertz Manero . Luego de su sacrificada trayectoria y su lucha por llegar al pináculo del Sistema Nacional de Investigadores, don Alejandro tiene todos los méritos para hacerse cargo de este despacho en la UNAM. Además de un director, la facultad tendrá a un gran auditor que investigará, desmantelará las bandas de delincuencia organizada que muy probablemente operen en esa área, y encarcelará a todos los científicos que las integren, él sabe de eso. Acabará con las mafias de bata blanca .
Otra que ya está apartada, es la Facultad de Ingeniería. Para esa no hay mejor hombre que el general Luis Cresencio Sandoval , el secretario de la Defensa Nacional. Lo mismo construye aeropuertos que trenes, además de puentes, carreteras, sucursales bancarias y lo que haga falta o se vaya ofreciendo.
La de Facultad de Odontología le queda que ni pintada a Gerardo Fernández Noroña , pues con esa boquita…
La de Derecho a Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard , pues los dos van derecho y no se quitan.
La de Economía, es quizá la más importante de todas, pues de esta facultad deberán egresar los economistas formados en la escuela de la Economía Moral, en la que tendrá que estar cimentada la Cuarta Transformación. Para este cargo, el personaje idóneo es Manuel Bartlett , abogado egresado de la UNAM en tiempos preneoliberales. Y aunque Bartlett quizá no sabe mucho de Economía, en el tema de la moral y como arrendador de sus casitas sabe contar el billete y es toda una autoridad .
Todos ellos tienen lo que se necesita para exorcizar a la UNAM, para sacarle los demonios neoliberales que tienen décadas viviendo en sus campus, y llevar hasta ella el bienestar, humanismo, honradez, eficiencia que caracterizan a la Cuarta Transformación.
Con este equipo, y varias mujeres y hombres más con el tipo de cualidades de los anteriores, antes de que termine el sexenio del presidente López Obrador , la UNAM habrá sido rescatada de las garras del neoliberalismo y la derecha, y estará lista para formar a los nuevos mexicanos, a los hijos y a los nietos de la 4T.
ME CANSO GANSO.- Ana Guevara, tenga para que aprenda
Un líder es aquél que muestra a sus subordinados como se hacen las cosas. Es el caso del supremo jefe de la 4T, quien le mostró a su directora nacional del Deporte, Ana Gabriela Guevara , como se ganan las medallas. Sin gran esfuerzo, pero eso sí con mucho amor y levantándose a las cinco de la mañana todos los días para trabajar primero por los pobres, el presidente Andrés Manuel López Obrador se colocó como el segundo mandatario más popular del mundo , según una encuesta publicada por el diario británico Financial Times. Medalla de plata. Y, cómo todavía le faltan tres años, y a este ritmo de éxito, va por el oro. Tenga para que aprenda, doña Ana.