Usted, querido pero muy conservador lector, tiene razón al decir que la gloriosa Cuarta Transformación ha fracasado, hasta ahora, en materia de combate a la delincuencia y reducción en los niveles de violencia y podrá culpar al actual gobierno de ineficiente, pero nunca acusarlo de no ser sincero.
El propio jefe máximo de la 4T, no sólo es austero , sino también humilde y sin pudor reconoce que en algunas partes de territorio nacional el control lo tiene la delincuencia y no el Estado, nada más que la verdad.
“ Esa zona de la sierra ha estado desde hace tiempo muy infiltrada, penetrada, dominada por la delincuencia… sí es una zona que está dominada por esta banda, por este grupo ”, dijo el miércoles, con honestidad absoluta, el presidente López Obrador al referirse a la población de la Sierra Tarahumara de Chihuahua, donde un jefe del narcotráfico local asesinó a sangre fría a dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en el predio de la parroquia del poblado de Cerocahui.
El problema suena grave, pero usted no se angustie, relájese, el tema está resuelto. La estrategia es firme y muy clara: “ abrazos, no balazos ” y el Presidente ha dicho que no habrá cambio, que vamos por el camino correcto y, desde luego, lo dice con sinceridad, ¿él que ganaría con mentirnos?
No se deje engañar por las cifras. Los datos oficiales muestran que en los primeros 42 meses del sexenio del guerrista Felipe Calderón se registraron en el país, en números gordos, 53 mil homicidios dolosos; en ese mismo periodo, en el corrupto gobierno de Enrique Peña Nieto , fueron 74 mil; ahora, en la Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador , los homicidios dolosos superan los 121 mil. Si usted solo ve números, su panorama es muy limitado, pues son solo cifras y aunque son muchos homicidios, usted no tiene de que preocuparse porque el gobierno tiene su estrategia, que se revisa todos los días a las seis de la mañana en Palacio Nacional. Todo queda muy planchado antes de que usted se despegue de las sábanas y las colchas.
Y, no me salga con que los datos son los datos, aunque las cifras impulsadas por los adversarios de la transformación digan una cosa, usted tranquilo que el gobierno está atendiendo el problema desde la raíz, relájese. Usted cree que, si la cosa estuviera tan grave en el país, el Presidente se iba a ir a jugar beisbol y a pasar una tarde de maravilla macaneando al lado de dos de las glorias mexicanas del Rey de los Deportes, Vinicio Castilla y Jesús 'Chito' Ríos. Claro que no, si la situación fuese tan apremiante, él estaría encerrado con todo su gabinete de seguridad buscando la salida al problema.
Cree usted qué el Presidente sería tan insensible como para estar hablando de la sucesión presidencial de 2024 y destapando aspirantes, como se destapan las corcholatas de las botellas de refresco. Desde luego que no, cómo se le puede siquiera ocurrir eso en su cochambrosa mente.
Usted cree que, si la situación de inseguridad estuviera tan grave, estaría impulsando a la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez , para la jefatura del gobierno de la Ciudad de México, o al subsecretario, de esa misma dependencia federal, Ricardo Mejía Berdeja , para que compita por la gubernatura de Coahuila . Con qué cara, el Presidente podría impulsar a Rodríguez y a Mejía, si la estrategia anticrimen fuera fallida. Por el contrario, los apoya porque sabe que su fuerte, lo que los hará ganar en las urnas, es el éxito en materia de seguridad y la paz en la que mantienen al país.
Y no es teoría, está demostrado. Recuerde el caso del hoy gobernador de Sonora, Alfonso Durazo , quien fue el primer secretario de seguridad del gobierno de AMLO , y tras sus logros en la contención del crimen, ganó la elección a la gubernatura y por Morena ¿Cómo le quedó el ojo?
Como verá, la base de estos éxitos es la honestidad valiente. Hay que tener el valor para reconocer que se va perdiendo, que los criminales están ganando territorio, pero también que hay un rayito de esperanza, que con constancia y continuidad en la estrategia en unas cuantas décadas el problema estará resuelto y el control volverá a manos del Estado. De ahí, la necesidad de no moverle ni una coma a la estrategia y, sin pretender incurrir en actos anticipados de campaña , también ahí se hace evidente la necesidad de que sean miembros de la Cuarta Transformación quienes sean los guardianes del proyecto los años que hagan falta para que madure y dé frutos.
O qué quiere, que además de que se esté sembrando de muertos el territorio nacional el Presidente le salga a decir que las instituciones tienen el control, que los delincuentes están vencidos ¿Quiere que le mienta? ¿Quiere que le diga que no se preocupe? ¿Quiere que le diga que usted está seguro? Todo esto es simplemente imposible, recuerde que uno de los tres mandamientos del señor López Obrador es no mentir -no robar y no traicionar son los otros dos-, recuerde así que la verdad nos hará libres, inseguros, pero libres.
ME CANSO GANSO. - Corcholatas ensayan para sus mañaneras
Ya dan su WhatsApp para estar cerca de la ciudadanía
, hacen sus transmisiones en vivo por redes sociales , tocan la guitarra y enseñan cómo viven. Pero, cuando las “ corcholatas ” destapadas comenzarán a hablar de los temas importantes ¿Cómo le harán para que, ahora sí, bajen los niveles de violencia? ¿Cómo harán que camine la economía? ¿Cómo atacarán el rezago en el sector salud? ¿Qué harán con el sistema educativo? De esos temas, nada ¿Será que están ensayando para sus mañaneras o que son cautos ante las infundadas denuncias opositoras sobre actos anticipados?
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