"Guanajuato, Jalisco, Michoacán, que están hoy convertidos en el paraíso de la incidencia delictiva, y es nuestro compromiso que esto no siga sucediendo y ayudar a los gobiernos de esos estados a reducir los índices delictivos", dijo hace unos días Adán Augusto López, secretario de Gobernación y finísima corcholata presidencial.
Ni por un momento, dude del diagnóstico, pues, si alguien sabe de paraísos, es Adán. Sin embargo, los demonios conservadores salieron a criticar las declaraciones del secretario de la bienaventurada Cuarta Transformación y lo acusaron de que mira los muertos en el ojo ajeno e ignora las masacres en el propio.
Pero, el pecado de Adán, si es que cometió alguno, fue responder con la verdad.
- ¿Cuándo se manejan estos términos de baños de sangre, qué es lo primero que se le viene a la mete?, le preguntó un reportero.
- “Pues Guanajuato, Jalisco, que están hoy convertidos en el paraíso de la incidencia delictiva, y nuestro compromiso es que esto no siga sucediendo”, respondió.
Si usted revisa con cuidado la respuesta, observará que Adán no solo presenta el problema, sino la solución. En los primero dos casos es muy sencillo, solo se trata de que el PAN y Movimiento Ciudadano dejen de gobernar, y lleguen gobiernos de Morena para que Guanajuato y Jalisco se conviertan en paraísos terrenales como los son Zacatecas y Guerrero, estados a los que ha llegado la gloria de la 4T.
Sí, es cierto que en Guerrero extorsionan hasta a las pollerías y tortillerías, y que grupos armados llegan a municipios, como lo hicieron la semana pasada en San Miguel Totolapan, para perpetrar con toda impunidad una masacre de 20 personas, empezando por el presidente municipal.
Sí, es cierto que en Zacatecas tiran cuerpos frente al palacio de gobierno, cuelgan personas en puentes peatonales, y no son raras las masacres como la del municipio de Calera, donde hace tres semanas un comando disparó contra un grupo de policías que se encontraba ejercitándose en un centro deportivo, en un hecho que cobro la vida de seis uniformados, entre ellos, el director y el subdirector de la Policía Municipal.
Pero, Adán no solo habla por hablar, sino que las cifras le dan la razón.
Por ejemplo, esta misma semana en Irapuato, Guanajuato, estado gobernado por el PAN, hubo una masacre en un bar donde fueron asesinadas 12 personas, seis hombres y seis mujeres. Si usted observa, en Calera, Zacatecas, estado gobernado por Morena, la masacre fue de solo seis personas. No se necesita ser sabio para saber que 12 son más que seis, y que, por lo tanto, son mejores los estados gobernados por Morena, las masacres son más chiquitas, a la mitad.
Y sí, aunque los números del Sistema Nacional de Seguridad sostienen que, dentro de los 10 estados con mayor número de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, 8 son morenistas, lo más importante es que también hay dos panistas.
Los seis primeros lugares los ocupan los paraísos terrenales Colima, Zacatecas, Baja California, Sonora, Michoacán y Morelos, gobernados por Morena and company. Y luego, en los lugares 7 y 8, vienen los paraísos delictivos Chihuahua y Guanajuato, gobernados por el PAN. En los lugares 9 y 10 se encuentran los edenes de Guerrero y Quintana Roo, nuevamente gobernados por Morena.
Sin embargo, se trata solo de una medición de corte neoliberal, obtenida a partir de fríos números y datos duros, pero si usted va y pregunta al pueblo seguramente le dirán la verdad, esa que no sale en los medios conservadores, corruptos y fifís, le dirán que son felices, felices, felices, que se sienten seguros y que viven en un paraíso seguro, donde la justicia impera.
Y hasta ahora, Adán, solo ha hablado de los paraísos en materia de delincuencia, pero hay otras mediciones de las que puede echar mano para hablar de otros paraísos a los que la 4T ha llevado a los mexicanos.
Por ejemplo, vivimos en el paraíso de la salud. Solo los países bajos, como Dinamarca, tienen un servicio médico como el que opera en México, que es universal, gratuito, eficiente, con tecnología de punta, con abasto puntual de medicamentos y con un ejército de médicos mexicanos y uno que otro cubano, y especialistas que atienden de manera profesional, expedita y amable a todo aquel mexicano que requiera de atención sanitaria.
Y también está el paraíso de la educación que heredó la maestra Delfina Gómez, a la maestra Leticia Ramírez. Y mientras la profe “Lety” encuentra la respuesta para llevar a los estudiantes al paraíso de las matemáticas, la profe “Fina” se prepara para convertir al Estado de México en un nuevo paraíso terrenal.
Y como se ha dicho antes, si alguien sabe de paraísos es Adán, quien además, es tabasqueño, esa raza superior en inteligencia, comparada con los norteños, y él sabe como convertir infiernos y ríos de sangre en paraísos de aguas cristalinas y purificadoras.
Y, usted dirá si Adán es inteligente o no, pues en tiempos en que los militares son los meros machuchones en el país, él se ha dado a la tarea de ir a todos los congresos del país a defenderlos y a pedir que aprueben la ley que permite a las Fuerzas Armadas participar legalmente en tareas de seguridad pública hasta el 2028.
Así que luego de recorrer el país, no sería raro que en la Sedena y la Semar pronto aparezcan bardas pintadas con la leyenda “#EsAdán”, o, “#Estamos Agusto con López”.
Mientras otras corcholatas buscan aliados pequeños, Adán, el inteligente tabasqueño, va con los grandes, con los que mandan, con quienes lo pueden ayudar a llegar al paraíso del 2024.
Y vámonos…
ME CANSO GANSO . - La alianza con el Verde, hará ganar a Morena en 2024.- El verde es el color de la temporada, está de moda, en especial el verde olivo, y las corcholatas lo saben. Si construyeron un aeropuerto, una refinería y un tren, seguro pueden construir una candidatura y un Presidente, ¡cómo de que no!