En el primer piso de la Cuarta Transformación se hizo una fiesta austera pero cálida para celebrar que, por fin, Andrés Manuel López Obrador llegó al poder y aunque el menú fue muy sencillo, grandes camaradas acudieron a Palacio Nacional aquel 1 de diciembre de 2018 para celebrar la toma de posesión del Presidente, y el triunfo de la izquierda en México. Pero ahora, para celebrar el inicio del segundo piso de la 4T y la llegada de la primera presidenta de México, se prepara un pachangón al que han sido convocados 208 presidentes y jefes de gobierno de todo el mundo. Para el ágape, en el que de ningún modo habrá derroche, no solo habrá que seleccionar muy bien el menú y la música, sino que el principal reto será la logística. Donde sentar a cada quién para garantizar que la fiesta sea un éxito. Aquí unas sugerencias de este Arlequín, que si de algo sabe, es de fiestas.

Por su compromiso con la democracia, en la mesa de honor podrían ser acomodados Vladimir Putin (Rusia), Nicolás Maduro (Venezuela), Daniel Ortega (Nicaragua), Miguel Díaz-Canel (Cuba) Kim Jong-Un(Corea del Norte) y Joe Biden (EU). Usted pensará que quizá no se una buena idea sentar en la mesa de los amigos cercanos de la 4T al estadounidense, pero, don Joe seguramente pensará que está sentado con otros presidentes, y no habrá mayor problema.

El presidente Joe Biden habla durante un evento en Las Vegas, Nevada, el 16 de julio pasado. Foto: de SUSAN WALSH. AP
El presidente Joe Biden habla durante un evento en Las Vegas, Nevada, el 16 de julio pasado. Foto: de SUSAN WALSH. AP

Al menos en el caso del buen Nico y de los camaradas Dani y Migue, como hace seis años, volverán a Palacio Nacional, siendo presidentes de sus países, y estarán listos para venir como jefes de Estado en 2030,2036…, y las veces y pisos de la 4T que sean necesarios. Así que ellos ya son como de casa. Otro que estará por segunda ocasión en Palacio Nacional, será el rey Felipe VI de España, quien, si para el día de la fiesta, el 1 de octubre, no ha pedido perdón por la conquista de sus paisanos hace 500 años, seguirá en “pausa” y tendrá que ocupar una mesa del rincón, junto al baño. Quizá compartirá mesa con otros presidentes, como Volodímir Zelenski (Ucrania) quien fue invitado muy a fuerza, pues se hubiese visto mal que invitarán a su colega ruso y a él no. A Javier Milei (Argentina) habrá que sentarlo lejos del presidente de España, Pedro Sánchez, pues quizá el español le quiera reclamar en persona que acusó a su esposa de actos de corrupción y que a él le recomendó terapia para atender su complejo de inferioridad. Aunque lo dicho por Milei sobre el presidente español y su esposa quizá fue una reacción del argentino a los cometarios del ministro de Transporte de España, quien sugirió que Milei consume drogas, lo mejor será que estén separados. También habría que alejarlo del presidente de China, Xi Jinping, quien posiblemente esté algo molesto porque el argentino comparó al gobierno chino con un “asesino” y ha proclamado que el pueblo chino “no es libre”. Quizá el presidente Xi no sea rencoroso, pero más vale que no se crucen pues la gran celebración podría acabar como fiesta de XV años de barrio, con trompones y todo.

En la mesa de Milei, se podría acomodar al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, a quien quizá la mayoría de los asistentes no querrían tener cerca. Milei dijo que “Israel no está cometiendo ni un solo exceso”, en Gaza. Ellos sí podrían beber tranquilos.

El presidente de Argentina, Javier Milei, participa en la conferencia del Conservative Political Action Conference (CPAC), este domingo en Balneário Camboriú, estado de Santa Catarina (Brasil). Milei clausuró este domingo un encuentro de movimientos ultraderechistas latinoamericanos en Brasil con un discurso teórico sobre los males del socialismo en que no hizo ninguna mención al jefe de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. EFE/ André Borges
El presidente de Argentina, Javier Milei, participa en la conferencia del Conservative Political Action Conference (CPAC), este domingo en Balneário Camboriú, estado de Santa Catarina (Brasil). Milei clausuró este domingo un encuentro de movimientos ultraderechistas latinoamericanos en Brasil con un discurso teórico sobre los males del socialismo en que no hizo ninguna mención al jefe de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. EFE/ André Borges

Desde luego, no habrá sillas para la presidenta de Perú, Dina Boluarte, ni para el mandatario de Ecuador, Daniel Noboa. Doña Dina llamó ignorante al presiente López Obrador, y Noboa ordenó el asalto a la embajada de México en Quito, para sacar por la fuerza al buen amigo de la 4T, el exvicepresidente Jorge Glass, quien estaba como refugiado en la misión diplomática y es acusado por el gobierno ecuatoriano de actos de corrupción. Ambos no son bienvenidos a la megapachanga mexicana. Pero el reto mayor será estar pendientes cuando termine la celebración, no sea que al final de la fiesta Biden se lleve con engaños a Putin, lo suba a un avión y cuando el presidente ruso se dé cuenta ya estará en una pista en El Paso, Texas donde será arrestado por agentes del FBI (seguro este cuento se le hace conocido). Y no va a existir nadie en el mundo que crea que Putin subió con engaños al avión para ser extraído de México. Si no se cuidan estos detalles la megapachanga podría acabar en una crisis política y diplomática mundial, y nadie quiere que el segundo piso de la Cuarta Transformación arranque así. Sigan los consejos del Arlequín y la fiesta hará historia.

ME CANSO GANSO.

Y a propósito de demócratas. – La próxima semana que usted haga el favor de leernos, ya será presidente, casi vitalicio, del PRI, Alejandro Moreno. Muy merecida su reelección pues “Alito” es un político honesto, ganador y Maduro.


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