¡Al carajo con The Economist!

Una cosa es la que critiquen lo que quieran, pero es inaceptable que digan que nuestro mesías es falso. Claro que no, nuestro mesías es real, y muy, pero muy milagroso y efectivo. ¿Quién lo puede negar a estas alturas del sexenio, casi a la mitad de ?

A diferencia de otros mesías, no hace que los ciegos vean, o cura a los leprosos, aquí nuestro enviado divino hace cosas un poquito más difíciles: domina pandemias desde los primeros meses de 2020, acaba con la corrupción endémica con su escoba y, de paso, con la pobreza. ¡Esos son milagros!

Señores y señoras de The Economist , escúchenlo bien, el presidente Andrés Manuel López Obrador , es un verdadero mesías y es el salvador que llegó para juzgar a vivos y muertos y su transformación no tendrá fin en México.

Si AMLO, como dice The Economist, no fuera un mesías, cómo se explicaría usted que haya logrado, en poco más de dos años y medio de buen gobierno, enderezar este país que estaba sumido en el pecado del neoliberalismo , azotado por la violencia , la pobreza y la desigualdad .

pudo en tan corto tiempo llevar a este país del infierno de la corrupción al paraíso de la honestidad. Solo el redentor pudo acabar con las balaceras, los asesinatos, las masacres y el crimen; solo con sin usar la espada, sino el calor de sus brazos para convencer a los narcotraficantes, sicarios y demás malhechores de portarse bien y de atender los consejos de sus padres y abuelos para abandonar el mal camino .

El mesías verdadero, ¡al carajo The Economist!
El mesías verdadero, ¡al carajo The Economist!

Si fuera un cómo se explica que haya tenido la sabiduría y la fuerza necesaria para enfrentar y vencer la peste del 2020. Solo un mesías original, de los buenos, podría haber domado en pocos meses la pandemia del Covid, como lo hizo y lo declaró AMLO.

La pandemia ha cobrado hasta ahora , según las cifras oficiales. Hay que agradecer que en el peor momento tuvimos en el gobierno al mejor mesías, pues de lo contrario, no quiere usted ni imaginar el número de fallecimientos que el coronavirus hubiera dejado en el país.

¿Y qué me dice usted de la corrupción ?, ¿cree usted que un falso mesías la hubiera acabado?, ¿piensa que en solo dos años hubiera sacado, como lo hizo AMLO, su pañuelo blanco declarando que en México ese flagelo ya se ha erradicado?

El mesías verdadero, ¡al carajo The Economist!
El mesías verdadero, ¡al carajo The Economist!

Ahora ya no hay, como lo hubo en el periodo neoliberal, funcionarios con muchos inmuebles sin declarar; se acabó la entrega de contratos para familiares; se acabaron los hermanos incómodos y pecadores, hoy todos son píos . Ya no existen primas, primos, amigos o de Pemex. Se acabó, ya no hay funcionarios ricos con cuentas de banco en el extranjero…, y pueblo pobre, sin cuentas bancarias. Y quién si no el mesías anticorrupción acabó con ese cáncer que tenía postrado a este país.

La aniquilación de la es otro de los milagros de aquél salvador que vino a librarnos, no solo del hambre de justicia en el alma, sino el hambre del cuerpo; aunque el organismo encargado de medir la pobreza en México, el , sostiene con datos que en México hay unos 9 millones más de pobres de los que había en 2018 -según sus cifras se pasó de 61.1 millones de pobres en 2018 a 70.9 millones en 2020-, pero se trata solo de datos fríos; si usted sale a las calles de cualquier ciudad de la República podrá ver que las cosas están mejor, que hay más igualdad que antes.

El mesías verdadero, ¡al carajo The Economist!
El mesías verdadero, ¡al carajo The Economist!

Le explicó, querido lector, querida lectora: en 2020, al menos 9 millones de mexicanos, que eran diferentes –en escala económica-, se sumaron a otros 61 millones, por lo que ya hay 70 millones de mexicanos que son iguales: pobres. Ahora, solo falta igualar a unos 57 millones de mexicanos que salen de estos otros datos. Pero, así como Roma no se construyó en un día , esto podría tomar otros tres años, y eso solo si quien realice esta tarea sea un verdadero mesías.

Y, por si faltara un testimonio de lo milagroso que es nuestro mesías, ahí le va la prueba reina. , cosa que no sucedió durante la mayor parte del periodo neoliberal, pero que ahora, gracias a la 4T, es una realidad.

El mesías verdadero, ¡al carajo The Economist!
El mesías verdadero, ¡al carajo The Economist!

Ahora, que leyó esto, y que se dio cuenta de la realidad, usted ha sido salvado, bendecido por nuestro guía espiritual y podrá entrar el reino de la Cuarta Transformación , pero, por favor, manténgase lejos de los pecaminosos medios conservadores, sean nacionales o extranjeros, mándelos muy lejos: ¡Al carajo, The Economist!

ME CANSO GANSO

Este domingo, por favor, salga a votar. Recuerde que usted, al igual que este no es un mesías, por lo tanto tiene que decidir a quién le otorga el poder para que lo represente en este, nuestro México.