Los conservadores, los corruptos de siempre aseguran que las reformas enviadas por el padre de la Cuarta Transformación, el benemérito de Macuspana, no son financieramente viables. Falso de toda falsedad.
El presidente Andrés Manuel López Obrador no solo es un hábil y conspicuo político, es también un mago de las finanzas públicas, un rey Midas que todo lo que toca lo convierte en bienestar para los más pobres.
Así como Cristo multiplicó los panes y los peces, AMLO ha multiplicado las pensiones y los salarios para los mexicanos de buena voluntad, y hasta para los de mala.
Así que, no lo dude ni por un segundo, habrá de dónde sacar miles de millones de pesos para pensiones, aumentos de sueldo y muchos, muchos programas sociales.
Los neoliberales vociferan: “de dónde va a sacar AMLO 500 mil millones de pesos para poder pagar a los trabajadores 100% de su salario en su pensión de retiro, eso es imposible, ningún país del mundo lo tiene”. Desde luego que se puede, solo es cosa de que se quiera, y el Presidente quiere.
Tan sencillo como quitar las pensiones y privilegios a los ministros de la Suprema Corte de Justicia contenidos en varios fideicomisos, con esa simple maniobra ya se tienen en la bolsa 15 mil millones, los otros 485 mil millones ya irán saliendo en el camino. Se pueden hacer kermeses en el zócalo de la capital, ya ve usted que, con solo mover un dedo, AMLO llena la Plaza de la Constitución las veces que sea necesario.
También se podrían organizar entre vecinos y compadres las Tandas del Bienestar, el gobierno podría cobrar una pequeña comisión por cada tanda, si se hace una por calle, serán cientos por colonia, miles por municipio y millones por estado, con eso alcanza y hasta sobra. Incluso con el dinero recabado se podría pensar en un plan para ir incrementando anualmente el monto de las pensiones, por ejemplo, para las de 2025 los jubilados podrían ganar 110% de su último sueldo. Como se lo dije antes, solo es cosa de se quiera para que se pueda.
También dicen que tan solo nueve, de las 20 las reformas presentadas por el Presidente tienen un costo de un billón 100 mil millones de pesos, es decir más de un millón de millones de pesos, pues, aunque los neoliberales no lo crean, esa cifra tan grandota es viable juntarla gracias a las acciones realizadas por AMLO en sus cinco primeros años de gobierno.
Vaya tomando nota de los lugares de los que saldrá ese dinero:
1.- De las jugosas ganancias del Tren Maya, ahora que el poderoso “Caballo de Fuego” logre concretar de un solo jalón y sin fallas la ruta completa, comenzarán a llegar los millones de pesos que los turistas pagarán con gusto para recorrer el paraíso que es el sureste mexicano a bordo de un moderno ferrocarril.
2.- De las ganancias que dejen los pasajes de los vuelos de Mexicana. Aunque esta aerolínea del bienestar comenzó con pocos pasajeros, hay que aceptarlo, poco a poco los mexicanos comenzarán a ver los beneficios de utilizarla. Por ahora, la flota de la nueva aerolínea creada por este gobierno es de 5 aviones, y se planea que este mismo año alcance las 10 aeronaves, es decir un crecimiento de 100% de la flota en menos de un año. Con el atractivo de despegar desde el moderno y nada saturado AIFA, y de que las tarifas son muy accesibles, para que todos, no nada más los fifís, puedan viajar en avión, el éxito financiero de la aerolínea está garantizado y todas las ganancias de este gran negocio pueden ir a parar directamente a las reformas del Presidente.
3.- Y para no salir del rubro de la aeronáutica, varios miles de millones saldrán de la operación del AIFA. Por el momento, la terminal aérea, la más moderna del mundo, y la más cercana a Pachuca, va un poco en sentido contrario en eso de generar ingresos. Le explico: primero, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles deberá recuperar los 115 mil millones de pesos que costó su construcción. Después, deberá encontrar su punto de equilibrio en rentabilidad, pues para 2024 no generará utilidades para el gobierno, y, por el contrario, recibirá unos mil 500 millones de pesos de subsidio para su operación. De este modo, algún día, cuando la gente se canse de vivir el riesgo de morir aplastado por el techo del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, o de contraer alguna infección en los baños de esa terminal aérea, abarrotarán el AIFA, y entonces sí, las ganancias que se obtengan podrán ser canalizadas al financiamiento de las reformas de AMLO, solo hay que tener un poco de paciencia, y en unos 20 o 30 años este gran aeropuerto nos sacará de los apuros económicos.
4.-De la Refinería Olmeca, construida e inaugurada en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco. Esta es, quizá, la obra de infraestructura que más ayudará a la magia presupuestal del Presidente. Aunque costó un poquito más de los 160 mil millones de pesos que dijo el Presidente -el gasto va en 233 mil millones y contando-, esta obra es visionaria, pues no solo ayudará a México a lograr la autosuficiencia en el consumo de gasolina, sino que tiene un gran potencial de ventas al extranjero. Le explico: ahora que llegó esta moda fifí y buena ondita de utilizar autos eléctricos, algunos países pretenciosos, como Estados Unidos, están vendiendo sus refinerías e invirtiendo en la generación de energías limpias. De este modo, países hermanos como Cuba, Nicaragua, Venezuela, donde no andan con moditas de hipsters seguirán utilizando gasolinas. ¿Quién se las va a vender? Pum, la refinería de Dos Bocas.
Y aunque sí, esto se puede ver como magia financiera, también tiene que ver con el hecho de que el Presidente tiene una gran visión para generar riqueza, que ganas de que hubiese reelección.
Señoras y señores conservadores, ha llegado la hora cuchi cuchi; ha llegado la hora chimengüenchona; ha llegado la hora ya vas que chutas; ha llegado la hora de que el magazo de Palacio Nacional saque los millones del sombrero.
ME CANSO GANSO. - La Suburban es la Suburban.-
Y si con las ganancias que dejarán todas sus obras no alcanza para financiar sus reformas, el Presidente podría volver a vender el avión Presidencial, mismo que primero rifó y luego vendió. Y si aún hace falta, podría vender, o rifar, o ambas cosas al mismo tiempo, el Jetta blanco, al fin que ya ni lo usa, pues al final, la Suburban es la Suburban.