En aquellos días, el salvador campechano Alito dijo a sus discípulos ataviados con los tres colores de su secta: “Uno de ustedes me va a entregar a mis enemigos… el que ha mojado su pan en el mismo plato en que yo estoy comiendo, es el que va a traicionarme”.
Y las escrituras se cumplieron, pues aquél que mojó el pan, el judas moderno, se llama: Carlos Miguel Aysa Damas, una joven promesa de la política campechana que nació y creció en el seno del clan Alito, vaya paradoja, vaya traición, vaya congoja.
Antes, los judas traicionaban por 30 piezas de plata, hoy, lo hacen por una embajada en República Dominicana, que ni si quiera es para este moderno Iscariote, sino para su padre, quien traicionó por partida doble a Alito. ¡Qué tiempos estamos viviendo!
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— Arlequín (@ElArlequin_Univ) April 15, 2022
Carlos Miguel Aysa Damas
es hijo del exgobernador de Campeche Carlos Miguel Aysa González, a quien Alito dejó en su lugar cuando salió de ese estado para ir a esparcir su doctrina por todo el país como presidente nacional del PRI.
Y cómo le paga Aysa padre, con la aceptación traicionera de una embajada al actual gobierno morenista, a la actual administración adversaria. Y Aysa hijo, anunciando que como diputado del votará a favor de la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, y convirtiéndose en el único de los 71 legisladores priistas que apoyará la también llamada Ley Bartlett. ¡Cuánta ingratitud!
Aysa hijo rompió uno de los mandamientos de la ley de Alito, aquél que ordena: “no votarás la reforma eléctrica de tu peje”.
Afortunadamente, ese tipo de traiciones solo pasan en el PRI, pues en Morena , y en toda la Cuarta Transformación, el más fuerte de sus tres mandamientos en “no traicionar” -los otros dos son “no mentir” y “no robar”-, y ahí sí, todos los cumplen puntualmente.
Nunca los morenistas regresarán al camino del PRI del que casi todos ellos eran fieles, nunca más realizarán traiciones, jamás volverán a caer en la tentación del robo de una elección o de dineros del pueblo y no dirán una sola mentira más, eso se acabó, esos pecados en los que incurrieron cuando profesaba el priismo están expiados. Todos ellos han encontrado el camino del bien, y hasta los más pecadores, como Manuel Bartlett , se han arrepentido y ahora se encuentran en la gloria de la Cuarta Transformación.
En cambio, el priismo sigue en las tinieblas y sumido en el pecado y en la inmundicia de la traición.
El profeta Alito hizo al padre gobernador, al hijo diputado, y qué recibe a cambio: un beso en la mejilla, el beso de joven Judas
La maldición tricolor caerá sobre esa joven promesa campechana. Alito jamás perdonará esa daga que sus paisanos le clavaron en la espalda…
ME CANSO GANSO
. - Aunque estos son días de guardar, este Arlequín no quiso dejar pasar la oportunidad de relatarle este pasaje que da cuenta que en toda época siempre hay un Judas. Pero ahora sí, al retiro. Felices Pascuas y nos leemos el viernes 22.