Por más esfuerzos que el gobierno de la Cuarta Transformación ha hecho, el número de homicidios dolosos no baja. Por más que se haya acabado definitivamente con la corrupción y por más que se reparten abrazos y miles de millones de pesos en subsidios, los criminales no se están quietos y siguen con la matazón.
Hemos visto que en ocasiones policías y soldados no quieren entrar en confrontación con los criminales y prefieren emprender la retirada. Afortunadamente, las mentes privilegiadas que asesoran al gobierno de la 4T han encontrado una solución al problema, ¡faltaba más!
Por el momento, estas lumbreras, idearon un programa para el sector médico , que, de funcionar, como seguramente sucederá, podría ser replicado para enfrentar varios de los grandes retos que tiene por delante este gobierno de la revolución, entre ellos el de la inseguridad.
El programa al que se hace referencia consiste en traer a 500 médicos cubanos para mandarlos a aquellos lugares remotos y marginados del país a los que los doctores mexicanos, formados por el neoliberalismo y la derecha, no quieren ir a ensuciarse la blanca bata de polvo o de sangre, su sangre.
Estos médicos fifís, que olvidan que su profesión debe ser un apostolado y se resisten a renunciar al confort de vivir en las grandes ciudades, se arredran ante retos tan menores como la posibilidad de que los cárteles de las drogas, que mandan en muchas de esas regiones alejadas de la mano del Señor, les vayan a meter un balazo. Se ponen exquisitos, quieren clínicas, equipo médico, medicamentos, luz eléctrica, escoltas y agua potable. ¡Agua!, si hubiera agua para qué los necesitan, se ve que estos señoritingos y señotingas no han recorrido nunca el país.
En cambio, los camaradas cubanos, forjados en el sacrificio, la humildad, el humanismo y las limitaciones, al criminal bloqueo impuesto por el imperialista gobierno de los Estados Unidos, son capaces de librar las balas de los narcos y de curar a las personas en un piso de tierra y sin la necesidad de sofisticados aparatos o muy caros medicamentos . No precisan de lujos como el agua corriente o la energía eléctrica, todo eso se suple con humanidad, sacrificio y vocación de servicio .
Sólo usted, que es un conservador irredento, podría desear que este programa fallara, pero como el bien siempre triunfa sobre el mal, la estrategia de traer médicos cubanos será un éxito rotundo, y ahora sí, tendremos un sistema de salud como el de los países nórdicos, tal y como lo prometió al inicio de su sexenio el presidente López Obrador .
Y esté éxito, no solo servirá para decir a los adversarios de la 4T: “tengan para que aprendan” , sino que además, será la semilla para crear programas similares en otros ámbitos en los que se requiera hacer el trabajo que otros no quieran desempeñar.
Ya le adelantaba al inicio de este análisis serio que este modelo de los médicos podría funcionar para el problema de la seguridad pública y la violencia desatada.
Se ha preguntado usted por qué en Cuba no hay altos niveles de violencia e inseguridad . Los conservadores dirán que es porque se vive un régimen totalitario, pero la realidad es que esta hermana nación caribeña ha encontrado el balance perfecto entre el humanismo, el respeto los derechos humanos y la justicia. ¿Cuándo ha escuchado hablar de una persona encarcelada injustamente en Cuba? ¿Cuándo ha sabido de alguna violación de garantías? ¿Acaso ha sabido de alguien que diga que en la isla no hay libertad de expresión? Quizá podrá responder que no ha sabido de ello porque en Cuba no hay una prensa libre, pero nada de eso sucede en la isla, y si alguien le dice lo contrario, se trata de embustes para desprestigiar a la revolución.
De este modo, quien mejor que Cuba para mandar a 500, mil, 2 mil, 5 mil, o los miles de militares que hagan falta, para que, con sus manos de seda, pero capacidades de soldados, convenzan a los descarriados y sometan a aquellos que no quieran entender por la buena. Que no se dejen perseguir, que sean ellos los que persiguen a los malos y que cuando los alcancen sean capaces de darles un abrazo si cooperan, o un balazo, si se ponen necios.
Y el modelito también podría funcionar en otro sector estratégico: el de la educación . Piénselo un poco. México acaba de presentar un cambio total en el modelo educativo. Se pasará de la educación neoliberal, en la que se privilegiaban aspectos diabólicos como la competencia y la calidad de la enseñanza, a la Nueva Escuela Mexicana , que tiene como objetivo poner en marcha un modelo humanista y solidario, inspirado en el socialismo. Quién mejor para desarrollar este modelo que los maestros cubanos, ¿quién podría saber más del éxito del socialismo?
Y aquí ya estamos hablando de palabras mayores, de no de 500 cubanos, sino de varios miles de maestros que vengan a enseñar a los niños y jóvenes mexicanos los valores de la solidaridad, la democracia y el respeto a los derechos humanos de los que gozan todos los habitantes de Cuba, y que ayuden a sacarles de la cabeza a todos los niños y jóvenes, que son el futuro de la patria, el demonio del aspiracionismo y las sofisticadas ideas de superación personal.
La demanda de maestros cubanos va a ser grande, pues todo indica que se requiere hacer un gran esfuerzo para, primero, enderezar y el sistema que está cargado hacía la derecha, y luego, ponerlo ya no a la izquierda, sino de una vez hacía la ideología de la actual transformación, que es la correcta.
El reto no es fácil, pues se debe ir desde la educación básica y media , donde hasta los que antes eran más combativos se han vuelto conservadores, como la disidencia magisterial del Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, hasta la educación superior y de posgrado, pues en los 30 años del periodo neoliberal el conservadurismo la penetró tanto, que el propio Presidente ha señalado que llegó hasta la Universidad Nacional Autónoma de México, su alma mater, y la derechizó y deshumanizó.
Ante este panorama, podrá usted calcular el número de maestros, catedráticos e investigadores que México requiere, y, que no le quepa duda, serán generosa y desinteresadamente enviados por la hermana República de Cuba.
Así que antes que cuestionar la llegada de los hermanos de bata blanca y gran corazón, debiera agradecer al gobierno revolucionario de Cuba por la solidaridad con el régimen revolucionario de la 4T. Como diría la porra del equipo de futbol de la UNAM “cómo no te voy a querer cubita hermosa”.
Esta vez, los ideólogos de la 4T se volaron la barda, todo aquel que apuesta al fracaso del movimiento revolucionario y transformador que se desarrolla en el país, no contaban con el arma secreta: los cubanos.
“¡Yo me voy pa’ La Habana y no vuelvo más…!”
ME CANSO GANSO. - Las corcholatas de la 4T, y un gran negocio
Si usted fabrica, distribuye o vende cubetas, prepárese, pues su negocio está por vivir una época de jauja. En la carrera por la candidatura presidencial , las cuatro corcholatas de Morena han comenzado la guerra, y todo indica que la batalla es muerte, y que se van a dar hasta con la cubeta ¡Cubetas, hay cubetas!