Imagine esta escena: es el minuto 89 del partido de la Copa del Mundo. Durante todo el tiempo transcurrido, el portero mantuvo su portería invicta tras los embates del equipo contrario. El árbitro revisa su cronómetro y observa que faltan solo unos segundos para pitar el fin del encuentro; habrá tiempo únicamente para un par de jugadas más.
Así, tras un lance de la ofensiva rival, el portero prácticamente vuela y logra hacer el último paradón del partido; toma el balón y lo lanza buscando iniciar un rápido contragolpe ; sin embargo, en su intento por lanzar, con toda fuerza, la pelota acaba por dar una media vuelta y meterla dentro de su propia portería. ¡Gooool!, gritan todos los fanáticos en la tribuna, mientras que el héroe se convierte en el villano en el último minuto –esta escena no tiene nada que ver con el famoso portero “El Gato” Marín-.
Algo similar pasó con el jefe de la Auditoría Superior de la Federación , David Colmenares. El sábado pasado casi salió en hombros cuando se atrevió a publicar un reporte en el que aseguraba que el actual gobierno de la autollamada Cuarta Transformación había pagado 200 por ciento más de lo que se había dicho por cancelar la construcción del Aeropuerto de Texcoco . El informe del auditor Colmenares dijo que la cancelación del proyecto ha costado hasta ahora 331 mil 900 millones de pesos.
Como usted se imaginará, don David se erigió de inmediato en el héroe, en el valiente que desnudó la mala administración de la autollamada Cuarta Transformación , en el osado auditor que tuvo los arrestos para embarrarle en la cara al presidente Andrés Manuel López Obrador que su capricho de cancelar el proyecto del neoliberal gobierno priista de Enrique Peña Nieto les costó a los mexicanos casi 332 mil millones de pesos, y que, además, esa cifra era 200 por ciento mayor a lo que la 4T había presupuestado desembolsar.
Por fin, había llegado al pueblo un valiente que no temió al tribunal inquisitorio de las mañaneras, ni a las granjas de bots del gobierno federal, que atacan como fieras heridas a quien se atreve a dudar de la inmaculada 4T o a criticar al líder máximo de esta revolución.
No obstante, el domingo, el heroico auditor y su equipo se llevaron varias primeras planas y el aplauso de la afición. El primer tiempo del partido acabó con un auditor convertido en figura, en el héroe de la película, ¡papá!
El lunes, a primera hora, arrancó el segundo tiempo. En la conferencia de prensa mañanera vino el primer cañonazo directo al auditor. El Presidente dijo que él tenía otros datos y que la auditoría tenía que hacer una corrección de su reporte y agregó, con enojo, que este órgano fiscalizador le estaba haciendo el juego a sus opositores políticos.
El partido se puso bueno, en cualquier momento alguno podría ganar el juego… el Presidente contra el auditor superior, un duelazo. Y entonces vino el autogol . Por la noche de ese mismo lunes, el auditor tuvo que decir que su reporte tenía ”inconsistencias”, que se detectó que el monto del gasto por la cancelación del aeropuerto era “menor al estimado inicialmente”, que hubo una “diferencia metodológica”. En ese momento, en el último minuto, el héroe se volvió villano; en ese último minuto, el auditor quedó inválido para seguir en el puesto y lo peor, en ese último minuto, le dio en la chapa a la Auditoría Superior de la Federación. En ese último minuto le regaló al actual gobierno la oportunidad para ignorar la rendición de cuentas. Así de grave fue la pifia del auditor.
Y no es que don David se haya equivocado por unos cuantos pesos, por algunos cuantos miles, por algunos cuantos millones o por algunos cuantos cientos de millones, sino que el cálculo le falló por más de 200 mil millones de pesos. En números redondos cancelar el Aeropuerto de Texcoco costará unos 100 mil millones y Colmenares dijo que serían 332 mil millones. Por ese "error metodológico", ahora don David tendría que dejar el cargo y demostrar o que él y su equipo son un atajo de ineptos, o que él y su equipo quisieron dar un golpe político al Presidente y a la 4T. No hay escenario positivo.
Pero en toda crisis hay oportunidad y, gracias a este caso, la Cuarta Transformación ahora podrá demostrar que hay mucha mala fe en su contra. Podrá decir que también es una infamia eso que dicen algunos sobre sus funcionarios, como el director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett y de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval , que son dueños de cuantiosas fortunas inmobiliarias. Podrá decir, sin que alguien lo cuestione, que el gasto en las construcciones del Tren Maya, de la refinería de Dos Bocas o del Aeropuerto de Santa Lucía son transparentes y ejercidos correctamente.
Además, ahora seguramente tendrá sentido la pretensión del presidente López Obrador de que el autónomo órgano garante de la transparencia, el INAI , se vuelva una oficina que dependa de la Secretaría de la Función Pública, y quizá, se podría plantear la idea de que también la Auditoría Superior de la Federación pase a ser una oficina más de la dependencia a cargo de doña Irma Eréndira, quien es muy eficiente para todo.
Hace lógica que la transparencia y la fiscalización de los recursos queden en manos confiables. Para qué arriesgarse a que alguien llegue y quiera perjudicar al actual régimen. Es necesario que el control de la información pública y de las auditorías de los dineros del pueblo lo tengan funcionarios del gobierno federal que han hecho la promesa formal de no robar , no mentir y no traicionar , con eso basta.
Para qué queremos órganos autónomos que estén incordiando al gobierno, para qué pagamos más sueldos si la propia secretaria de la Función Pública, por el mismo austero salario, puede garantizar el acceso a la información y llevar las cuentas de la federación. No ha de ser tan complicado, pues por dos años la Auditoría Superior de la Federación tuvo al frente un hombre hoy acusado de cometer “errores de contabilidad financiera básica”.
A Colmenares se le deberá el autogol que hizo ganar a la Cuarta Transformación el partido contra la rendición de cuentas. Colmenares pasará a la historia como el héroe que se convirtió en villano en el último minuto. Como buen Arlequín les comparto una duda: ¿Don David le va al Cruz Azul?
ME CANSO GANSO.- Ahora que ya entendió de qué se trata, ¿hará algo Presidente?
Ayer el Presidente de México dijo: “Ahora con la simulación sobre el feminismo empiezo a escuchar: ‘Rompe el pacto, rompe el pacto, rompe el pacto’. Les digo sinceramente, y no miento, me enteré de lo que era eso hace cinco días, porque mi esposa me dijo. Le digo: Oye, ¿qué es esto de ‘rompe el pacto’?, explícame; y ya me dijo: ‘Rompe el pacto patriarcal, o sea, deja de estar apoyando a los hombres’”.